Una serie de 59 fotografías le permite a usted recrear el colorido e histórico pasacalles que tuvo lugar en el Paseo de las Damas

Marco Monge

Ayer San José, la capital de Costa Rica, despertó temprano. Una vez que sus párpados de cortinas metálicas se abrieron, se despojó de la cobija tejida con techos viejos, se sentó en el borde de la cama de calles y aceras, estiró sus brazos de campanarios, bostezó y calzó sus pantuflas de parques y estacionamientos.

Luego se puso en pie y caminó desde su dormitorio hasta el baño, en donde orinó un espumoso chorro de lloviznas nocturnas, se lavó las manos de bulevares adoquinados y se cepilló la dentadura de sodas olorosas a café y gallo pinto.

Inmediatamente después se quitó su pijama con estampados de paradas de buses y ventas ambulantes, y se bañó. Además de enjabonar, restregar y enjuagar su piel de escuelas, tiendas, museos y locales con rótulos de “Se alquila”, se rasuró la barba del Paseo Colón y el bigote de la Avenida Segunda.

Secó su piel con un paño de brisa matutina, perfumó sus axilas con negocios de libros de segunda, tercera, cuarta o quinta mano, se puso colonia de tramos de frutas y legumbres del Mercado Borbón, y regresó a su dormitorio para vestirse.

Abrió el ropero y tomó la percha donde había colgado el traje que había alistado desde el viernes: el colorido y alegre atuendo afrocostarricense.

Sí, así se vistió ayer nuestra capital desde el parque Morazán hasta el parque Nacional cuando, a partir de las 10:00 a.m., se realizó el pasacalles Festival Flores Diáspora Parade para conmemorar y celebrar la huella afrodescendiente en Costa Rica.

La actividad se realizó en agosto porque este mes fue declarado por la Asamblea Legislativa, en el 2018, como el mes histórico de la afrodescendencia en nuestro país. Precisamente, el próximo jueves 31 se celebrará el Día de la persona Negra y la Cultura Afrocostarricense.

Me gusta la capacidad que tiene San José de lucir abiertamente los trajes de las múltiples culturas y grupos que forman parte de esta nación tan diversa.

Pero dejemos que sean las siguientes 59 fotografías las que hablen y nos cuenten sobre lo que pasó ayer en esta ciudad que ayer comió rondón, patí y plantintá, y bebió agua de sapo.

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Un mes para celebrar la presencia afrodescendiente en nuestro ADN

Marco Monge es fotoperiodista.