William Shakespeare: “Hemos venido a este mundo como hermanos; caminemos, pues, dándonos la mano y uno delante de otro”

-¿Necesita de mi cooperación? ¿Sabe que puede contar conmigo, que estoy dispuesto a colaborar en lo que requiera?

-¿Qué quiere que haga? ¿Cuál es la tarea? ¿Para qué tengo que enrollarme las mangas?

-¿Quién le dijo que está sola? ¿Acaso no existe ya el preciado valor de la solidaridad? ¿Se extinguieron todas las personas generosas? ¿Desaparecieron los seres humanos siempre dispuestos a arrimar el hombro?

-¿Por qué no me pide que le eche una mano? ¿Le he dicho que si hay algo que me ha enseñado este 2020 es que todos necesitamos de todos? ¿No es este un buen tiempo para convertirnos en socios, camaradas y compinches?

“Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza”.

Marco Aurelio, emperador del Imperio romano

-¿Qué tal si nos tomamos en serio los verbos apoyar, auxiliar, sostener, aliviar, amparar, aunar? Es decir, ¿por qué no liberar a esas palabras de la muletilla prefabricada del “ya sabe que puede contar conmigo”?

-¿No será ya el momento de sustituir la condena por la fraternidad? ¿Habrá llegado por fin la hora de reemplazar la ofensa por el respaldo? ¿Nos impide algo trocar las divisiones por las alianzas? ¿Por qué no usar los dedos para apoyarnos en vez de señalarnos?

-¿Qué le parece si hacemos del 2021 el año del altruismo, la magnanimidad y la filantropía? ¿Y si usamos las redes sociales para acercarnos y socorrernos en lugar de insultarnos? ¿O vamos a seguir inmersos en el estéril juego de los rudos sociales?

-¿Se imagina un año nuevo en el que todos nos abramos: unos para ofrecer ayuda sincera y otros para aceptar el apoyo con humildad?

-¿Entiende que me gustaría cerrar un año tan difícil haciendo algo por otros? ¿Comprende que deseo estampar una huella de servicio al prójimo en el calendario próximo a estrenar?

“La solidaridad es la ternura de los pueblos”

Gioconda Belli, escritora nicaragüense

-¿Qué favor puedo hacerle sin que medie más interés que el de comportarme como un ser humano fraterno?

-¿Me va a dar usted una o varias oportunidades para dejar de enfocarme únicamente en mis problemas y necesidades, y actuar como miembro de una colectividad, una sociedad?

-¿Puede brindarme la ocasión de demostrar que no solo soy bueno criticando, sino también aportando?

-¿Cuándo fue la última vez que le pregunté a alguien ‘qué puedo hacer por usted’? ¿Cuándo fue la última vez que hice algo por otro sin pedir nada a cambio?

Se vale discrepar