“El campesino costarricense no se sienta a llorar cuando se vuelca la carreta. Con más sabiduría que ciencia, con más diligencia que palabras, la para, la desembarreala y sigue. Y bueyes y boyeros se sienten superiores a la adversidad”, José Figueres Ferrer (“Don Pepe”)

Alejandro Guevara Muñoz

En las alturas del barrio El Carmen de San Antonio de Escazú, a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, tuve la bendición de encontrarme con el boyero don Diego “Cati” Sandí Sandí… sus manos y rostro muestran las historias de vida… un boyero afable, con tiempo para conversar y dispuesto a abrir el libro de su vida…

Sentarme a dialogar con don “Cati” es una linda experiencia que permite escuchar a esos hombres descritos en la frase de don Pepe Figueres… Rara vez he escuchado a un boyero quejarse, no significa que en vida no se haya topado con barreales o que su carreta no se volcara en más de una oportunidad… su filosofía de vida es echar para adelante y sentirse superior a la adversidad…

Me senté a conversar con don “Cati” en su finquita ubicada en las alturas de San Antonio de Escazú… recordó sus trabajos con bueyes, jalando piedra, arena, caña y leña… habló con orgullo de su carreta, su padre se la heredó ya hace varios años… fue una inversión de ¢700 y ¢300 adicionales para pintarla y dejarla de a tiro, es una carreta para tenerla en algún museo, ya casi tiene 150 calendarios…

Luego y siempre con orgullo, trajo su yunta de los Pintos, los enyugó, pegó la carreta y nos regaló un concierto con el canto de la carreta… un camino rural sirvió de escenario para escuchar a esas ruedas y bocina, madera y metal nos regalaron ese canto que suena a Tiquicia…

El pasado 12 de marzo se celebró el Día Nacional del Boyero y en la comunidad de San Antonio escogieron a don Diego como uno de los dedicados de ese lindo desfile que llegaba a su edición número cuarenta… este boyero abrió el desfile, detuvo su yunta y carreta las veces que fue necesario para dialogar y que la gente le tomara fotografías…

Don Diego “Cati” Sandí Sandí representa a todos esos hombres y mujeres que hicieron yunta con la vida y aprendieron de cada barreal, de cada vez que la carreta se volcó… este boyero se siente superior a la adversidad…

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Alejandro Guevara Muñoz, consultor en temas de niñez.