El templo del perpetuo abandono
Una colección de 48 fotos da cuenta del deterioro que sufre un viejo templo católico cada vez más difícil de “resucitar”
Marco Monge
Construido entre 1936 y 1965, el antiguo templo católico de Santiago de Puriscal es el espacio donde se congregan grietas, hongos maleza y falta de vitrales y pintura. La iglesia del perpetuo abandono.
Desde 1990, cuando fue clausurado debido a las secuelas que múltiples sismos dejaron en su estructura, ese edificio se debatió durante doce años entre la demolición y la salvación.
Buenas noticias soplaron para esa nave en agosto del 2012, cuando se publicó en el diario oficial La Gaceta el Decreto Ejecutivo N.° 37224-C, que la declaró patrimonio histórico arquitectónico de Costa Rica y prohibía la demolición.
Sin embargo, ese exorcismo a la demolición no se ha traducido desde entonces (casi 11 años) en la tan esperada restauración.
Y es que de acuerdo con el decreto mencionado, es el dueño del inmueble quien tiene la obligación de conservarlo, preservarlo y mantenerlo adecuadamente.
Aquí surge la pregunta de ¿a quién pertenece ese templo? Respuesta: a Temporalidades de la Arquidiócesis de San José, para la cual la “resurrección” de ese edificio no es una alternativa viable.
Mientras tanto, la iglesia agoniza, tal y como queda patente en la siguiente galería de fotos tomadas desde los alrededores del templo pues el ingreso no está permitido por razones de seguridad.



















El templo fue erigido con aportes económicos de la comunidad.
29 años duró la construcción de esta iglesia.


La imposibilidad de demoler esta nave quedó en firme el 3 de agosto del 2012.















Marco Monge es fotoperiodista.