Por derecho, empatía, consideración humana, los montos de este régimen deben depositarse en las primeras horas del último día hábil de cada mes

Por José Luis Valverde Morales (*)

Jineteo es un término que se usa para referirse al dinero que no se entrega a tiempo, mientras quien lo retiene aprovecha para ganar en algún negocio temporal.

Lo malo es cuando quien espera el monto, depende de esa plata para el sustento y debe cumplir el plazo para honrar el pago de servicios públicos, alimentación y techo. El resto del tiempo se dedica a sobrevivir como pueda.

El régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social es el más grande del país. En sus inicios y hasta hace unos años, pagaba el derecho por adelantado cada mes; además, durante los doce meses, al menos en dos ocasiones se actualizaba el monto para ajustarlo al costo de la vida y mantener de esta manera el poder adquisitivo de los derechohabientes.

Bajo el argumento que algunos jubilados morían cuando ya se les habían girado los recursos, tales prácticas se modificaron hace algunos años. Ahora el beneficio, producto de un derecho, no de una regalía, se paga mes vencido, al decir del pueblo: “coyol quebrado, coyol comido”.

Ahora resulta que no se cancela el último día, sino que se deposita en el primer día calendario. Veamos el ejemplo de la entrega de abril: se giran un viernes a altas horas de la noche cuando no se pueden hacer efectivos, la inmensa mayoría de pensionados no accede a servicios electrónicos, no usa cajeros automáticos, sábado y domingo los bancos están cerrados, el feriado del primero de mayo se pasó para el lunes, entonces hay que esperar hasta el martes para recoger lo que legítimamente pertenece… apersonarse a la ventanilla del banco, abarrotado de personas adultas mayores, a veces esperando bajo las inclemencias del tiempo, ahora en tiempos de pandemia.

La falta de empatía de los burócratas de la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social, institución a la que quiero entrañablemente, no puede ser más clara y odiosa.

No sólo se jinetea el dinero durante al menos un día, esto en términos financieros, en la magnitud de los fondos administrados no es poca cosa, y se dejó de hacer aumentos, sino que -lo más doloroso- se jinetea la fragilidad de personas en condición, como bien se denomina el régimen, de Invalidez, Vejez o la Muerte de un ser querido, quien les heredó una pensión disminuida porque así lo disponen los fríos reglamentos.

Por derecho, empatía, consideración humana, las pensiones del IVM deben depositarse en las primeras horas el último día hábil de cada mes.

¡Basta ya de jinetear el dinero y la fragilidad de miles de pensionados!

Desde El Chiverral, San Antonio de Escazú, José Luis Valverde Morales, cuidador de casas, lechero, cogedor de café en su natal Escazú, licenciado en Ciencias de la Comunicación UCR, expresidente Colegio de Periodistas de Costa Rica, exdirector de comunicación CCSS y Presidencia de la República, expresidente Asociación Solidarista de la CCSS.