Si alguien llegara a afirmar que todos los perros son amarillos, ¿podría intentar validar científicamente su postura?

Jorge A. Rodríguez Soto

La ciencia es una estructuración a partir de una metodología concreta. Esto quiere decir que es tan solo una forma estructurada de cognición del mundo. Como tal, no implica nada más, es un instrumento de construcción y validación de conocimiento. En qué conocimiento concreto o específico se emplee depende de quién la instrumente y con qué fines.

Además de lo anterior, la ciencia surge de la combinación de tres corrientes filosóficas: el positivismo, materialismo y empirismo.

El positivismo adquiere una especial relevancia en la época moderna con la obra del filósofo francés Auguste Comte (1798-1857), y se difumina con mayor fuerza desde el círculo de Viena. El postulado base de esta corriente es la posibilidad de verificación de los resultados. En sus comienzos esta verificación era igualmente válida, fuese lógica o empírica.

Auguste Comte.

Posteriormente, el positivismo comienza a tener contactos con la filosofía materialista y el empirismo. El materialismo filosófico dice que la última instancia es material, la última instancia de cualquier fenómeno, de la existencia e incluso de la cognición. El empirismo, por otro lado, postula que todo conocimiento procede de la experiencia, o sea, que de la experiencia del mundo material nace el mundo cognitivo.

Este intercambio entre disciplinas lleva a la articulación de la ciencia como la conocemos hoy en día. Que parte de una lógica verificable a través de la experiencia del mundo material.

De esta forma, el método científico es uno que parte de postulados lógicos verificables, que puede validarse mediante la experiencia del mundo material, con resultados verificables y reproducibles. Partiendo del positivismo con la verificación lógica, pasando por el mundo material mediante la experiencia experimental, y concluyendo con el positivismo y la verificación material-experimental.

En esos postulados descansa la filosofía o legitimidad de la ciencia como forma de conocer el mundo y los fenómenos. Pero queda por cuestionar hasta dónde se extiende esa validez, ya que muchas cosas diferentes, en ocasiones hasta contrarias, pueden instrumentarse científicamente. Veamos una ilustración de como se instrumenta el método.

Si alguien, por ejemplo, llegara a afirmar que todos los perros son amarillos, ¿cómo podría intentar validar científicamente su postura? En general se siguen dos caminos: confirmación o falsación.

La confirmación es la forma tradicional del positivismo, y consiste en buscar evidencia que apoye la hipótesis de trabajo. En otras palabras, es ir a buscar y ver si todos los perros son, efectivamente, amarillos. El problema es que esto no garantiza nada, pues siempre podría existir un perro que no lo sea.

El segundo camino, cuyo principal proponente es el filósofo autríaco-británico Karl Popper (1902-1994), es la falsación. Este método consiste en ir a buscar algún perro que no sea amarillo, para determinar si se puede o no rechazar la hipótesis de todos los perros son amarillos.

Karl Popper.

Obsérvese que la ciencia permite no rechazar una hipótesis, mas nunca aceptarla por verdad, debido a que siempre podría haber una excepción. Este segundo es el más utilizado por temas de practicidad, es más fácil buscar un perro de algún otro color que verificar a todos.

Luego de ello, la formulación científica puede sacar conclusiones e intentar generalizar hasta cierto grado. Por ejemplo, el caso clásico y más sencillo es con silogismos lógicos: Si Fido es un perro, y Fido es amarillo, entonces todos los perros son amarillos; o, si todos los perros son amarillo, y Fido es un perro, entonces Fido es amarillo.

Nótese que en el ejemplo anterior la conclusión es similar, pero el razonamiento distinto. En el primer caso, se va de un perro a todos los perros, en el segundo de todos los perros a un perro, esta es la diferencia entre una metodología inductiva y una deductiva.

A grandes rasgos, esa es la ciencia y su método.

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Jorge A. Rodríguez Soto.
Investigador científico, economista y escritor independiente.
jorgeandresrodriguezsoto@gmail.com