Lo reitero: no estoy jubilado, aún no soy ciudadano de oro, sigo siendo de plata aunque con algunos destellos dorados, ni tampoco cobro tarifas exorbitantes por los múltiples servicios que ofrezco en materia de comunicación, pues no tengo vocación de rey Midas ni apetito de ministro de Hacienda.

Hago esta aclaración porque en las últimas semanas varias personas han compartido conmigo una de dos percepciones sobre mi situación o condición: 1. Que ya me retiré de las canchas laborales y 2. Que debido a mi trayectoria profesional como periodista aspiro a honorarios o salarios elevadísimos.

Ninguna de esas impresiones se apega a la realidad.

La verdad es que este individuo que recién llegó al sexto piso de la vida, tiene muchos deseos de contribuir -con precios justos y razonables- con personas, organizaciones, proyectos y estrategias constructivas, que sumen y multipliquen en el desarrollo del país.

Con modestia digo que tengo mucho que aportar en el campo de sueños, quijotadas e iniciativas enfocadas en el progreso, bienestar y calidad de vida de diversos grupos de la sociedad.

Para ello cuento con una carrera profesional que desarrollé en Grupo Nación a lo largo de 33 años y que resumo así: 1987-1992, redactor de temas inactuales en las secciones Viva y Enfoque (antigua Revista Dominical), del diario La Nación; 1992-1995, reportero de temas económicos, y de 1995-2000, redactor de asuntos políticos.

En setiembre del 2000 me trasladé al periódico El Financiero, especializado en temas económicos, financieros, políticos y tecnológicos. Desempeñé los siguientes puestos: editor de economía y política, 2000-2001; 2001-2010, jefe de Redacción, y 2010-2020, Director.

Desde julio del año pasado hasta el presente me he dedicado a publicar el libro En busca de Sancho, de venta en la Librería Internacional, y atender dos páginas de acceso y navegación gratuita que fundé y edito en Internet: gente-divergente.com y donlibrote.com.

El primero de esos sitios ofrece artículos de opinión y utilidad para múltiples campos de la vida cotidiana, así como videos y galerías de fotos aportados por diversos colaboradores; la segunda brinda historias, reseñas, vivencias, divertimentos, videos y recomendaciones para los amantes de los libros y la lectura.

Asimismo, he sido contratado de manera temporal para escribir capítulos de libros, realizar videos, participar en paneles y conversatorios virtuales, y brindar una mentoría para la escritura de artículos de opinión. ¡No todo el mundo me ha imaginado pensionado o carero!

Créanme que aunque estuviera pensionado, medio calvo y canoso, seguiría con ganas de emprender o sumarme a nuevos proyectos que construyan, aporten, sumen y multipliquen.

Pero ahora quiero abrir más puertas y ventanas, dejar que corran libres las ráfagas de las oportunidades y los desafíos.

Gracias a mi trayectoria profesional puedo ofrecer una amplia gama de servicios en comunicación para empresas, instituciones, cámaras, asociaciones, editoriales, etcétera. Entre ellos, investigación y redacción de proyectos especiales y coordinación y edición de contenido con valor para sitios digitales y redes.

Además, redacción o escritura para comunicados dirigidos a diversos públicos, tanto internos como externos, libros, actas de junta directiva, memorias empresariales, discursos, reseñas y biografías de figuras relevantes.

Sumo a esta lista de servicios cursos y talleres de capacitación para voceros y ejecutivos interesados en escribir artículos para blogs u otros formatos, consultoría para la atención de crisis u otras situaciones, así como brindar realimentación en torno a la estrategia comunicación de las organizaciones.

Cuento con la apertura y flexibilidad necesarias para atender otras necesidades e intereses en el campo de la comunicación.

Me interesa también mantenerme activo en el quehacer periodístico, sea asumiendo secciones y programas especiales, entrevistas, realimentando a los medios de comunicación, brindando cursos para periodistas interesados en mejorar la redacción o dando clases en universidades.

En fin, sigo activo, con ganas de emprender o sumarme a nuevos proyectos que construyan, aporten, sumen y multipliquen.

“No estaba muerto, andaba de parranda”, dice la canción que cantaba el español Peret; en mi caso puedo asegurarles que yo no estaba muerto ni andaba de parranda, ni estoy jubilado ni me he vuelto usurero.

Sería un gusto poner a su servicio una trayectoria periodística de 34 años. Si en algo puedo servirle, escríbame a este correo: josedavidgm2020@gmail.com

Hablemos…

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Exdirector de El Financiero
Consultor en Comunicación