Treinta situaciones cotidianas. Treinta perspectivas. Se vale discrepar. Se vale aportar.

Solo quien se queda sin trabajo sabe verdaderamente lo que es el desempleo… pero benditos sean quienes brindan apoyo en tiempos difíciles.

Solo quien ha enviado decenas de currículos sabe lo que es soñar con un “usted es el elegido”… pero la vida real es no darse por vencido, seguir nadando contra corriente.

Solo quien recién empieza a trabajar sabe lo duro que es que le exijan años de experiencia… pero siempre hay patronos dispuestos a formar y desarrollar talento joven.

Solo quien tiene más de cincuenta años sabe lo ilusoria que es la idea de trabajar hasta los sesenta y cinco años para pensionarse… pero todavía hay quienes valoran la experiencia.

Solo quien tiene un jefe inseguro y con baja autoestima sabe lo que es un ambiente de trabajo tóxico… pero cuándo vamos a aprender que es nocivo preservar el círculo vicioso del silencio.

Solidaridad

Solo quien tropieza sabe cuán frágil es el ser humano… pero inolvidables son las manos que levantan.

Solo quien pierde a un ser querido sabe lo que es el dolor… pero bienvenidos son siempre los brazos solidarios.

Solo quien se contagia del Covid-19 sabe lo que es este padecimiento… pero cuánto se agradecen las voces llenas de esperanza.

Solo quien fracasa sabe lo que es la vulnerabilidad… pero cuánto aliento se recibe de parte de quienes no dejan de creer en el prójimo.

Solo quien sufre una traición sabe lo que es desconfiar… pero vale oro la lealtad de la gente noble y honesta.

Claridad

Solo quien queda a oscuras valora la luz… pero reconforta comprobar que siempre hay al menos una vela encendida.

Solo quien siente al viento soplar en su contra sabe quiénes son sus amigos… pero qué bueno es poder separar el trigo de la paja.

Solo quien queda acorralado sabe lo que es la libertad… pero siempre hay gente dispuesta a abrir puertas y ventanas.

Solo quien ha experimentado en carne propia el incumplimiento de lo prometido sabe cuánto valor tiene la palabra… pero qué bueno comprobar una y otra vez que aún hay muchos que honran sus compromisos.

Solo quien cae en desgracia sabe quiénes lo buscaban por interés… pero también conoce a aquellos que no actúan por mero cálculo.

Solo quien tiene claro que es polvo sabe que no es un dios, pero ¿cómo expulsar a tantos infiltrados en el Olimpo?

Autenticidad

Solo quien manifiesta lo que realmente piensa sabe quiénes respetan la libertad de expresión… pero sea como sea qué sano es discrepar.

Solo quien es como es sabe quién sí y quién no valora la autenticidad… pero la verdad es que no hay nada mejor que ser fiel a uno mismo.

Solo quien ha sido adicto a las máscaras sabe reconocer las trampas del antifaz… pero vivimos en un mundo en el que desafortunadamente es necesario tener un poco de maquillaje al alcance de la mano.

Solo quien habla sin tapujos sabe lo peligroso que es decir la verdad… pero más arriesgado es vivir de mentira en mentira.

Solo quien mira a los ojos cuando habla sabe escuchar las alarmas que se activan ante un interlocutor que evade la mirada… pero qué bueno es saber esto.

Universidad

Solo quien cae del puente sabe cuán peligrosa es la corriente… pero nunca falta quien arroje un salvavidas o una tabla para mantenerse a flote.

Solo quien se hunde en arenas movedizas sabe apreciar la tierra firme… pero muy importante aprender a lidiar con los terrenos inestables.

Solo quien suelta una liana sin tener otra a la vista sabe lo que es correr riesgos… pero valioso conocimiento el que obtiene.

Solo quien se tira al ruedo sabe que el público -aunque lo niegue- siempre quiere sangre… pero a veces es mejor salir vivo que aplaudido.

Solo quien se enfrenta a los molinos de viento sabe lo falsos que son algunos gigantes… pero que aprende a volar, aprende.

Vanidad

Solo quien sabe administrar el ego se lo piensa diez veces antes de proclamarse candidato a la Presidencia de la República… pero al parecer hay déficit de sensatez.

Solo quien le clava las espuelas a la vanidad sabe que lo más importante en esta vida no es figurar… pero no es cualquier jinete el que se atreve a hacerlo.

Solo quien no se cree el rey Midas sabe que no todo lo que toca se convierte en oro… pero hay quienes están convencidos de que el barro brilla.

Solo quien tiene los pies bien puestos sobre la tierra sabe que el reflejo en el agua es engañoso… pero quién persuade a Narciso de lo contrario.

Solo quien tiene claro que es polvo sabe que no es un dios… pero cómo expulsar del Olimpo a tantos infiltrados.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Exdirector del periódico El Financiero
Consultor en Comunicación