¿Cómo queremos ser recordados? Es la pregunta que nos invita a hacernos el ogro de esta historia

El personaje negativo se llama Polifemo y es el habitante más famoso de la Isla de los Cíclopes (gigantes con un solo ojo según la mitología grecorromana), lugar al que arribó Odiseo con sus navegantes en su accidentado viaje de regreso a casa tras haber participado a lo largo de diez años en la célebre guerra de Troya.

Se trataba de una criatura gigantesca, fuerte, cruel y malvada que vivía en una cueva, según cuenta Homero, poeta ciego, en el poema épico Odisea, escrito en el siglo VIII a. C.

Polifemo devoró a varios de los hombres de Odiseo, rey de Ítaca y esposo de Penélope, por lo que este héroe griego ideó el plan de embriagar con vino al cíclope hasta que se durmiera para luego dejarlo ciego con una lanza afilada. Los navegantes huyeron de inmediato.

Una vez ciego, Polifemo comenzó a gritar, por lo que los otros cíclopes corrieron en su ayuda y le preguntaron quién le había hecho daño; la respuesta fue “Nadie me ha hecho daño”, lo que motivó a sus vecinos a despreocuparse y marcharse. Odiseo le había mentido al gigante diciéndole que su verdadero nombre era “Nadie”.

A continuación algunas de las lecciones positivas:

  1. Hay que ampliar horizontes, observar y analizar múltiples perspectivas, tener un amplio campo visual. Es sumamente arriesgado vivir con una visión limitada, estrecha, como la del cíclope Polifemo.
  2. Hay que sumar ojos, pues de la visión limitada a la ceguera puede haber solo un paso.
  3. Son los visionarios, no los gigantes, quienes sobreviven y triunfan en el mundo. El éxito no es cuestión de fuerza y tamaño, sino de astucia e inteligencia, tal y como lo demostró Odiseo.
  4. Importante mantenerse despierto. Embriagarse con el triunfo y dormirse en los laureles es la ruta correcta hacia el fracaso.
  5. Vital mantener contacto, relacionarse, interactuar. Aislarse, vivir en una especie de isla y, aún más, en una cueva, es muy peligroso; podemos convertirnos en víctimas de “Nadie”.
  6. Aliarse y respetar es clave. Destrozar y devorar a otros actores del entorno no es siempre una adecuada estrategia; nada más perjudicial que un “rival” lastimado.
  7. Es mejor invertir en bondad que en maldad.
  8. Un líder que acompaña, protege, resuelve y enseña, se parece a Odiseo, mientras que uno que asusta es una versión de Polifemo.
  9. Los héroes viven del valor; los ogros, ogros del miedo.
  10. ¿Cómo queremos ser recordados? Es la pregunta que nos invita a hacernos el cíclope de esta historia.

Importante tener presentes estas lecciones en los tiempos de odisea que atravesamos debido a la pandemia. Precisamente, este viernes seré el moderador de uno de los ocho conversatorios que formarán parte del III Congreso de Servicio al Cliente, organizado por Foros Santander. El intercambio de opiniones y experiencias que conduciré gravitará en torno a tres personajes de Odisea: Penélope, las sirenas y Odiseo.

Quienes estén interesados en conocer la agenda del congreso o inscribirse, pueden ingresar en esta dirección: https://bit.ly/3jDiXZ1

Homero siempre vigente, invitándonos, a lo largo de los siglos, a reflexionar. Era ciego, pero visionario; en eso aventajaba a Polifemo.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Exdirector de El Financiero
Consultor en Comunicación