Un relato que ilustra la importancia de atender emergencias, problemas, desafíos y oportunidades de servicio con los recursos que tenemos a mano

Julián Marchena (*) sale a toda prisa hacia la comunidad de Venado de Santa Cruz, camino rural mojado por las intensas lluvias… la sirena no para de pedir vía en el camino, las luces gritan que abran paso… no hay tiempo que perder… se escucha por la radio de la ambulancia:

–Compañero, cuando llegue al lugar a su encuentro se topará con Carlos Salazar Herrera (**), es el rescatista de la comunidad, él trae a la paciente, viene en condición amarilla.

–Copiado, copiado, ya estoy cerca, ya estoy cerca.

Cuando el cruzrojista Julián Marchena se acerca a la comunidad, se da cuenta que el río no tiene puente, la ambulancia no puede pasar y toma nuevamente la radio para comunicarse con la base.

–Base, aquí unidad 48, tengo un inconveniente.

–Aquí base, le copio ¿cuál es el problema?, repito ¿cuál es el problema?… compañero, ¿me escucha?

Al otro lado del río, en la otra orilla se dejan ver poco a poco un par de cornamentas, pronto se aclara el panorama y en medio de la lluvia se deja ver un yugo. Adelante viene Carlos Salazar Herrera, es un boyero y guía la yunta que jala la carreta-ambulancia, la mujer viene acostada en el piso de la carreta. Poco a poco el boyero ingresa al río con su yunta y carreta ambulancia, el agua toca la panza de los bueyes, todo el día ha llovido. Cruza despacio, su prioridad es la mujer en condición amarilla, es urgente llegar a la otra orilla para que sea llevada hasta el centro médico más cercano.

Don Julián Marchena y don Carlos Salazar Herrera pasan la mujer a la camilla y la ambulancia emprende su recorrido hacia el centro médico.

–Aquí unidad 48, aquí unidad 48… el paciente femenino ya está en la ambulancia, condición amarilla, femenina de unos 49 años… ya estamos a unos 30 minutos del centro médico. Cambio y fuera.

–Aquí base, aquí base, copiado, copiado. Todo listo para recibir a la paciente.

El boyero Carlos Salazar Herrera volvió con su carreta y bueyes a Venado de Santa Cruz, la carreta volvió llena de esperanza y solidaridad.

Déjà vu

Nota: Relato basado en un rescate real publicado en Noti Cartagena y Allan Jara Noticias, medios digitales. El nombre del boyero ayudante y del cruzrojista no está registrado en ambas informaciones.

(*) Julián Marchena (1897-1985), poeta costarricense y autor del poema El Cantar de las Carretas.

(**) Carlos Salazar Herrera (1906-1980), escritor costarricense y autor del libro Cuentos de angustias y paisajes.

Alejandro Guevara Muñoz cuenta con más de 28 años de experiencia en temas de mercadeo, fundraising, desarrollo humano y comunitario, DDHH de la niñez, estrategia, sostenibilidad y Habilidades para la Vida.