Al menos eso es lo que aseguran los habitantes de ese país. De hecho, es el único tema en el que están cien por ciento de acuerdo; en todo lo demás discrepan, chocan y hasta se insultan.

Tampoco sabe leer. Eso afirman también sobre el mañana.

“El porvenir es analfabeto”, expresan los ciudadanos, “no sabe reconocer las vocales ni las consonantes. Lamentable su nivel de ignorancia”.

Sostienen que es tiempo perdido conversar con la posteridad sobre sujeto, verbo y predicado, y que es un desperdicio de palabras tratar de explicarle la utilidad de los signos de puntuación.

“Extraño que no sepa leer ni escribir ¿Cómo es posible que él, que representa la modernidad y el desarrollo, no sea capaz de conjugar verbos o distinguir agudas, graves y esdrújulas?”, comentan los residentes de esa nación.

“¿Y cómo saben que el futuro es analfabeto?”, les preguntó el tiempo. Respuesta unánime: “Porque le hemos pedido de manera insistente que por favor nos escriba una carta describiendo lo que le espera a nuestro país y nunca la hemos recibido”.

El tiempo quiso preguntar, pero mejor se abstuvo para evitar problemas, si no sería al revés: que el futuro sí sabe escribir, y muy claro, pero la población no entiende -o no quiere hacerlo- su caligrafía de advertencias, alarmas, avisos, riesgos y amenazas.

“Prueba de que el problema es del futuro y no de nosotros, es que en este país entendemos a la perfección la letra del pasado y nos la jugamos bastante descifrando los garabatos del presente”, comenta el ministro de Educación.

¿Será cierto lo que dicen en esta nación?

No queda más que esperar el final de la historia…

Jotade