Afortunadamente, hay diputados costarricenses que han decidido darle luz verde a la legalización apoyados en base científica y respetados estudios económicos

Pedro Rafael Gutiérrez Doña

Retroceder en el tiempo y recordar lo que sucedía hace cinco siglos en Europa, particularmente en Francia, es de singular interés para valorar una especie de la flora que ha estado presente en todas partes del mundo y que existe desde la creación hasta nuestros días. 

En Costa Rica, al cáñamo se le conoce hace unos 520 años, desde la llegada de Colón a nuestras costas; era usado para la elaboración de cuerdas para mástiles en las embarcaciones, y, la simiente, como alimento para la tripulación. 

Algunos cronistas señalan que la marihuana ya existía en el continente proveniente del norte, específicamente de México, hierba que era conocida en rituales donde fumaban ‘la pipa de la paz’ para dirimir conflictos.  

Retrocedamos cuatrocientos ochenta y ocho años en la historia para constatar que su uso era común, como lo es hoy en día en muchos rincones del planeta. El encargado de recopilar dicha información es el cáustico escritor francés François Rabelais en su obra Gargantúa y Pantagruel (1532), donde nos dejó una detallada información.

Esta planta que ha sido satanizada y estereotipada por sus múltiples usos y sus lúdicos beneficios, vino para quedarse.

Señala Rabelais que “… la hierba tiene raíz pequeña, dura, redonda, terminada en punta obtusa, blanca con algunos filamentos, y no profundiza en la tierra más de un codo. De la raíz sale un tallo redondo, feruláceo, verde por fuera, blanco por dentro, cóncavo como las habas y la genciana, leñoso, derecho y frágil, un poco dentado, en forma de columna ligeramente estriada, lleno de fibras en la que consiste gran parte de su utilidad. Antiguamente, los griegos hacían ciertas especies de golosinas, tartas y bizcochos que tomaban como postre en las comidas y para encontrar mejor el vino…”.

“El jugo de esta planta, aplicado a los oídos, mata todos los gusanos que en él hayan nacido… este mismo jugo en un cubo de agua es un buen remedio para los equinos que padecen cólicos. Sin esta planta, las cocinas serían infames: las mesas detestables, aun cuando estuviesen cubiertas de viandas exquisitas; los lechos sin delicias aun cuando en ellos hubiese abundancia de oro, plata , marfil y pórfido”, señala el autor.

Hoy en día a Costa Rica le llegó el tiempo a un proyecto de ley que hace fila en la corriente legislativa y que regularía el consumo, la industria y comercialización de cannabis. 

Propiedades medicinales

Lo cierto es que esta planta que ha sido satanizada y estereotipada por sus múltiples usos y sus lúdicos beneficios, vino para quedarse.

Harto conocidas son las propiedades medicinales del cannabis; su uso farmacéutico sirve para tratar, entre otras enfermedades, esclerosis múltiples, mal de Párkinson, psoriasis, anorexia, insomnio, controla las náuseas y vómitos provocados por la quimioterapia en tratamientos de cáncer, y ayuda en situaciones de estrés.  

Vale señalar que la industria del cannabis produjo, en el 2020, ingresos por $45 millones en Uruguay; $47,8 millones, en Italia; $87,2 millones, en Alemania; $5.500 millones, en Canadá, y $10.000 millones, en Estados Unidos.

“… el consumo de cannabis crece y las actitudes y las percepciones desafiantes sobre el consumidor típico continúan cambiando”.

Lamentablemente, la moralina produce efectos en muchos legisladores de Costa Rica, quienes distorsionan sus usos y beneficios y se aferran a oponerse a la legalización de la marihuana; actitudes pueriles que no podrán borrar más de 500 años de uso y consumo del cannabis en América.  

Afortunadamente, no todos los diputados de la Asamblea se han convertido en piedra de tropiezo para dicho proyecto; hay parlamentarios que han decidido darle luz verde a la legalización apoyados en base científica y respetados estudios económicos.

De acuerdo con Giadha Aguirre de Carcer, directora ejecutiva de New Frontier Data, “la industria legal del cannabis se ha vuelto verdaderamente global. Incluso, frente a una prohibición generalizada, el consumo de cannabis crece y las actitudes y las percepciones desafiantes sobre el consumidor típico continúan cambiando”. 

Esta evolución social y cultural, según la experta fundadora de dicha agencia de datos, “ha creado un mercado global con un enorme potencial para las partes interesadas en docenas de sectores más allá de los tradicionales de producción de plantas”.

Pedro Rafael Gutiérrez Doña es periodista.