Aparentemente son idénticos, tanto que con frecuencia se les confunde, pero lo cierto es que en el fondo son muy diferentes.

Señalar Culpables tiende a ser apresurado e impulsivo en sus juicios, en tanto que Sentar Responsabilidades es mesurado, amigo de la prudencia a la hora de juzgar.

El primero de ellos padece el síndrome de Salomé: le encanta pedir cabezas y se conforma con ver correr la sangre de quienes han cometido errores, mientras que el menor de estos hermanos va más allá pues se enfoca en las causas y orígenes de las crisis y problemas, no solo para ser justo y serio a la hora de llamar a cuentas con rigor, sino también para entender, aprender y prevenir.

Uno enloquece con los espectáculos tipo circo romano y el otro aplaude la moderación.

En opinión de Señalar Culpables, lo importante, en casos en que se han cometido infracciones, es desahogarse, liberar la furia, aliviar la frustración, darle rienda suelta a la burla, mas desde la perspectiva de Sentar Responsabilidades lo vital es investigar con rigor, debatir con datos, discutir con pruebas, confrontar con argumentos de peso, tener una conversación de altura que aporte algo más que espectáculo.

Una moneda con dos caras: la catarsis en el anverso y la reflexión en el reverso.

Dicho de otra manera, uno privilegia la carnicería pública, en tanto que el otro favorece sancionar pero también corregir y construir.

Ambos hermanos están presentes en el Evangelio, específicamente en el relato titulado “la mujer adúltera”. Los escribas y fariseos, siempre desvelados por encontrar y señalar aparentes culpables, querían apedrearla, pero Jesús, enfocado en el fondo de la situación, dijo: “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.

Podemos usar las piedras para destruir (Señalar Culpables) o edificar (Sentar Responsabilidades).

Encontramos también a estos dos personajes en la vida cotidiana de nuestro país.

Señalar Culpables se conforma con ensañarse, en la eliminatoria hacia el Mundial de Fútbol Catar 2022, contra un portero que ha cometido errores y un Director Técnico al que se le entregó de manera apresurada una brasa caliente, mientras que Sentar Responsabilidades llama a realizar un sesudo análisis del fondo, la esencia, del inminente fracaso y del balompié costarricense.

Notable diferencia entre mejenga y deporte.

Lo mismo sucede con las pruebas FARO. Señalar Culpables se da por satisfecho con el hecho de que rueden cabezas, pero Sentar Responsabilidades desea revisar a fondo nuestro sistema educativo ya que hay muchas, viejas y profundas raíces debajo de una planta que se lamentablemente se está marchitando; además, pretende que se ejecuten reformas en serio, no cosméticas, cirugías en lugar de curitas y aspirinas.

Notable diferencia entre farol y FARO.

Igual con la situación fiscal. Señalar Culpables se enfoca simple y sencillamente en un Gobierno al que se acusa de golpear los bolsillos de los hogares en tiempos de crisis, pero Sentar Responsabilidades quiere hablar además de las medidas, transformaciones, tareas y desafíos por tantos años postergados por muy diversas administraciones por cálculo político, populismo, temor u otras razones.

Notable diferencia entre gobernar y liderar.

Reitero: aparentemente son idénticos, tanto que con frecuencia se les confunde, pero lo cierto es que en el fondo son muy diferentes.

Señalar Culpables tiende a ser hepático, se ensaña; Sentar Responsabilidades es cerebral, enseña. Son hermanos divergentes.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-DiverGente
Exdirector de El Financiero
Consultor en Comunicación