20 tendencias que representan la antítesis de la información rigurosa y responsable

Está de moda (en especial, en las redes sociales)…

… opinar sin sustentar…

… acusar sin probar…

… condenar sin demostrar…

… hablar sin confirmar…

… insinuar sin certificar…

… denigrar sin cotejar…

… repetir sin verificar…

… afirmar sin explicar…

… suponer sin constatar…

… criticar sin argumentar…

… postear sin corroborar…

… concluir sin documentar…

En la comunicación de alto nivel, aquella que se distancia del apasionado “pan y circo”, continúa vigente el compromiso de sustentar, probar, demostrar, confirmar, certificar, cotejar…

… dictaminar sin profundizar…

… censurar sin justificar…

… disparar sin fundamentar…

… calificar sin razonar…

… concluir sin documentar…

… aseverar sin ratificar…

… enunciar sin refrendar…

… divulgar sin convalidar…

En el mundo del contenido apresurado y hambriento de clics de las redes sociales, este tipo de comunicación puede resultar efectivo -mejor dicho, efectista-, mas no así en el campo de la difusión estratégica de las organizaciones, en donde la confianza y la credibilidad aún descansan en la evidencia.

Informar sin sustentar no pasa de ser un simple ejercicio de perorata, monserga y diatriba, un estilo de divulgación que no distingue ni favorece a una empresa o institución seria y prestigiosa.

En la comunicación de alto nivel, aquella que se distancia del apasionado “pan y circo”, continúa vigente el compromiso riguroso y responsable de sustentar, probar, demostrar, confirmar, certificar, cotejar… Lo contrario es dejarse llevar por rumores, prejuicios, sospechas y leyendas urbanas sin aplicar filtros ni sistemas que permitan separar el grano de la paja.

Comunicar (en serio) es sustentar. La comunicación estratégica no depende de modas, sino de valores.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista con 35 años de experiencia
Asesor en comunicación