Una parafrásis del decálogo de Moisés en el libro bíblico de Éxodo capítulo 20. Cualquier parecido con la realidad, es idea de los malpensados…

José David Guevara Muñoz

I

No tendrás más dios que vos mismo. Tu ego es divino; tu vanidad, celestial; tu narcisismo, glorioso.

II

No reconocerás la buena imagen de absolutamente nadie, pues nadie que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra, se compara con tu grandeza.

III

Tomarás en vano los nombres de todos tus predecesores, pues todos ellos han sido incapaces, inútiles, indolentes y corruptos.

IV

Acuérdate del día de reposo para glorificarte. Seis días trabajarás, y harás toda tu brillante e inigualable obra, mas el séptimo día también te engrandecerás.

V

Honra a tu soberbia y a tu arrogancia, para que tus fugaces días de influencia y poder se alarguen en apariencia.

VI

No matarás, pero sí anularás, pisotearás, denigrarás, acusarás sin pruebas.

VII

No cometerás actos de generosidad y bondad.

VIII

No hurtarás, pero sí hartarás a los demás con tus circos, exhibicionismos, complejos, inseguridades y sed insaciable de aplausos.

IX

No hablarás contra tu prójimo falso testimonio, pero sí contra tus enemigos (aunque sean imaginarios).

X

No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo. Después de todo, qué puede hacerle falta a quien vive como Alicia en el país de las maravillas.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente