“Tú debes ser el cambio que deseas ver en el mundo”, Mahatma Gandhi

-¿Cuál es mi actitud en cualquier área de la vida en que se requiere resolver problemas, enfrentar desafíos, aprovechar oportunidades o impulsar mejoras?

-¿Qué aportes positivos hago (en la comunidad, el hogar, el trabajo, la ong, el partido político, la asociación, la cooperativa, etcétera) en momentos de crisis, tiempos de incertidumbre, épocas sombrías?

-¿Soy activamente propositivo o me limito a permanecer como un simple espectador de brazos cruzados y criticando todo lo que plantean los demás? ¿O me conformo con dar órdenes?

-¿Contribuyo, en períodos de vacas flacas, con posibles medidas a ejecutar o engroso el inventario de adversidades? Es decir, ¿soy parte de la solución o del problema?

“Una actitud positiva provoca una reacción en cadena de pensamientos, eventos y resultados. Es un catalizador y desata extraordinarios resultados”.

Wade Boggs, beisbolista

-¿Remo con todas mis fuerzas pues soy consciente de que todos vamos en el mismo barco o me deleito en el acto perverso de perforar el piso de la nave?

-¿Pierdo tiempo valioso en quejas, lamentos, reproches y búsqueda de chivos expiatorios o me concentro en los asuntos y tareas medulares?

-¿En lugar de aunar esfuerzos productivos, intoxico el ambiente con chismes, bolas, rumores, habladurías, infundios, cotilleos?

-¿Qué me gusta más: enrollarme las mangas y trabajar o ejercer de ave de mal agüero y profeta apocalíptico?

“La vida es una obra teatral que no importa cuánto haya durado, sino lo bien que haya sido representada”.

Séneca, filósofo

-¿Para qué tengo más entrenado el cerebro: para la creatividad y el ingenio o para desarrollar teorías de la conspiración?

-¿A cuál herramienta me parezco más: al martillo que construye o al mazo que destruye? ¿Cómo me veo yo? ¿Cómo me aprecian los demás? ¿Con qué estoy más comprometido y me siento más a gusto: con edificar o demoler?

-Y si de instrumentos de observación se trata, ¿a cuál me asemejo: al telescopio que otea el horizonte o al microscopio que repara en pequeñeces? Nuevamente, ¿cómo me veo yo? ¿Cómo me aprecian los demás?

-¿Celebro siempre las propuestas ajenas o siento envidia por el hecho de que no se me ocurrieron a mí?

“El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive”.

Fiódor Dostoievski, escritor

-¿Contribuyo de manera espontánea y generosa a enriquecer y potenciar las ideas de otros o me enfoco en boicotearlas y despreciarlas?

-¿En qué invierto mi energía cuando la realidad demanda arduo trabajo en equipo: en buscar pelos en la sopa o en explorar opciones para superar las dificultades?

-¿Analizo detenidamente cada una de las posibilidades colocadas sobre la mesa o las descarto a priori?

-¿Soy capaz de mencionar al menos tres aportes concretos y valiosos que he hecho a lo largo de mi vida y que hayan incidido positivamente en las vidas de otras personas?

“Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta”.

Marc Twain, escritor

-¿Qué puedo hacer para ser aún más propositivo?

-¿Me atrevo a dar el paso de imponerme una meta en ese campo para lo que queda del año? ¿Por qué no dos? ¿Y tres?

-¿Cómo van a recordarme quienes me conocieron: como alguien con espíritu constructivo (que suma y multiplica) o como una persona con vocación destructiva (que resta y divide)?

-¿Qué tan valiosas son las huellas que estoy dejando en mi transitar por la vida? ¿Valdrá la pena que otros las sigan?

Se vale discrepar