34 imágenes, captadas durante la procesión de Domingo de Ramos que se realizó ayer entre la Soledad y la Catedral Metropolitana, ayudaron a evocar una enseñanza en torno a la consideración que merecen las creencias ajenas

Fotos: Marco Monge
Texto: José David Guevara Muñoz

Yo era un niño de unos seis o siete años en el San Ramón de mediados de los años sesenta del siglo pasado, un carajillo inocente en materia de diversidad religiosa.

Fue por eso que en cuanto mis ojos de pantalones cortos y bolinchas de vidrio en los bolsillos descubrieron un desfile de gente vestida con trajes coloridos, le grité a mis hermanos, en plena calle: “¡Chicos, chicos, ahí vienen los payasos, vienen los payasos!”

Lo que pasó fue que confundí una procesión de Semana Santa con las mascaradas que de cuando en cuando recorrían las mismas calles sobre las que era común ver yuntas de bueyes y carretones cargados con lecheras.

Mis padres, David y Elizabeth, corrieron a callarme y explicarme que aquellos no eran payasos, sino personas vestidas como en los tiempos bíblicos.

La apresurada aclaración tenía su razón de ser. En casa éramos bautistas y papá y mamá querían evitar a toda costa que algún fiel católico se sintiera ofendido por mis palabras. Aquellos eran tiempos de incómodas y hasta agresivas confrontaciones religiosas.

Afortunadamente, el asunto no pasó a más y yo recibí la que creo fue mi primera lección en torno al respeto a las creencias ajenas.

Ese era un tema recurrente en nuestro hogar, una familia en donde siempre se enseñó a tener consideración por la fe, el agnosticismo o el ateísmo de cada quien.

Recordé ese lejano episodio ramonense al ver las excelentes 34 imágenes que el fotoperiodista Marco Monge captó durante la procesión de Domingo de Ramos que se realizó ayer, 2 de abril del 2023, entre la Iglesia de Nuestra Señora de la Soledad y la Catedral Metropolitana de San José.

Hoy día, después de más de cincuenta años, no soy católico ni bautista, cultivo una fe muy personal, pero sigue vivo en mí el respeto religioso que David y Elizabeth nos inculcaron a sus cuatro hijos.

Con ese respeto me sumergí en las fotos de Marco Monge que comparto a continuación.

Marco Monge es fotoperiodista

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente