Hubo y hay en la política educativa de esta nueva normalidad, vacíos conceptuales, multitud de paradigmas obsoletos, falta de liderazgo y de credibilidad

Por Liana Rojas Binda

Este año estamos celebrando el bicentenario de nuestra vida independiente. Y coincidió esta importante celebración con el impactante resultado del informe del Estado de la Educación.

Por eso deseo hacerme eco de voces como la de doña Eleonora Badilla Saxe y don Carlos Barrantes Rivera, y unirme a su llamado de atención sobre la emergencia educativa que estamos viviendo.

Ya en un artículo suyo de febrero, doña Eleonora alertaba sobre la existencia de la emergencia educativa, indicando que “la idea de una declaratoria de emergencia educativa no significa atender de urgencia los vacíos conceptuales, físicos o tecnológicos que tiene el sistema, que ya conocíamos y que la crisis sanitaria expuso de manera impúdica.

Tampoco se trata de salir corriendo a remediar entuertos ni a remendar un tejido educativo deshilachado. Y mucho menos, de reproducir vía virtual los obsoletos paradigmas de transmisión de información.”

Triste presagio confirmado por el Informe del Estado de la Educación 2021: Estamos viviendo un apagón educativo. Hubo y hay en la política educativa de esta nueva normalidad, vacíos conceptuales, multitud de paradigmas obsoletos, falta de liderazgo y de credibilidad. 

Estas generaciones definitivamente no tendrán los mismos índices de competitividad que disfrutamos hoy, por los cuales ustedes y yo hemos trabajado tanto. Serán otros los actores llamados a ocupar nuestro rol, países que ya identificaron sus carencias, enderezaron su aparato educativo, y reaccionaron a tiempo.

Mientras ustedes y yo cantábamos nuestro himno, la sombra del populismo, el cáncer del narcotráfico, y la podredumbre de la indiferencia se combinaban para comenzar a escribir el Manual de los Siervos Menguados, donde el “apagón educativo” sirve de triste introducción a una historia que ya conocemos, porque la hemos sufrido y la seguimos sufriendo en otras naciones centroamericanas.

Derechos sagrados la Patria nos da, queridos y queridas lectoras. Tomemos la educación, la nuestra, la de los nuestros, la de aquellas personas estudiantes que conocemos, en nuestras manos.

No esperemos a que sea el sector público quien tome la iniciativa, pero no cedamos ni un milímetro en exigir que los recursos que usted y yo aportamos sean utilizados de la mejor manera posible.

Leamos, escribamos, aprendamos otro idioma, busquemos maneras más creativas y menos terroríficas de aprender y practicar matemáticas, inculquemos en nuestros niños y sobre todo en nuestras niñas el gusto por la ciencia y la tecnología.

Hagamos algo, ¡pero ya!

No permitamos que el Manual del Siervo Menguado se escriba a costa nuestra, bajo el fácil pretexto de “éramos un país tan lindo antes de la pandemia”.

Liana Rojas Binda es una profesional con formación académica en el campo de la enseñanza del Inglés. Cuenta con más de 25 años de experiencia docente. Actualmente se desempeña como Directora del Centro de Idiomas de la Universidad Castro Carazo. Ha participado en proyectos editoriales con Santillana y Oxford University Press.

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