Video: ¿Qué es ser empático?
Seis definiciones de este sentimiento/actitud construidas en torno al Universo, el ajedrez, el cine y otras imágenes de la cotidianidad.
José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista independiente
Seis definiciones de este sentimiento/actitud construidas en torno al Universo, el ajedrez, el cine y otras imágenes de la cotidianidad.
José David Guevara Muñoz
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¿Quiere saber qué significa ese vocablo? De ello trata el siguiente video:
José David Guevara Muñoz
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Periodista independiente
Por derecho, empatía, consideración humana, los montos de este régimen deben depositarse en las primeras horas del último día hábil de cada mes
Por José Luis Valverde Morales (*)
Jineteo es un término que se usa para referirse al dinero que no se entrega a tiempo, mientras quien lo retiene aprovecha para ganar en algún negocio temporal.
Lo malo es cuando quien espera el monto, depende de esa plata para el sustento y debe cumplir el plazo para honrar el pago de servicios públicos, alimentación y techo. El resto del tiempo se dedica a sobrevivir como pueda.
El régimen de pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte administrado por la Caja Costarricense de Seguro Social es el más grande del país. En sus inicios y hasta hace unos años, pagaba el derecho por adelantado cada mes; además, durante los doce meses, al menos en dos ocasiones se actualizaba el monto para ajustarlo al costo de la vida y mantener de esta manera el poder adquisitivo de los derechohabientes.
Bajo el argumento que algunos jubilados morían cuando ya se les habían girado los recursos, tales prácticas se modificaron hace algunos años. Ahora el beneficio, producto de un derecho, no de una regalía, se paga mes vencido, al decir del pueblo: “coyol quebrado, coyol comido”.
Ahora resulta que no se cancela el último día, sino que se deposita en el primer día calendario. Veamos el ejemplo de la entrega de abril: se giran un viernes a altas horas de la noche cuando no se pueden hacer efectivos, la inmensa mayoría de pensionados no accede a servicios electrónicos, no usa cajeros automáticos, sábado y domingo los bancos están cerrados, el feriado del primero de mayo se pasó para el lunes, entonces hay que esperar hasta el martes para recoger lo que legítimamente pertenece… apersonarse a la ventanilla del banco, abarrotado de personas adultas mayores, a veces esperando bajo las inclemencias del tiempo, ahora en tiempos de pandemia.
La falta de empatía de los burócratas de la Gerencia de Pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social, institución a la que quiero entrañablemente, no puede ser más clara y odiosa.
No sólo se jinetea el dinero durante al menos un día, esto en términos financieros, en la magnitud de los fondos administrados no es poca cosa, y se dejó de hacer aumentos, sino que -lo más doloroso- se jinetea la fragilidad de personas en condición, como bien se denomina el régimen, de Invalidez, Vejez o la Muerte de un ser querido, quien les heredó una pensión disminuida porque así lo disponen los fríos reglamentos.
Por derecho, empatía, consideración humana, las pensiones del IVM deben depositarse en las primeras horas el último día hábil de cada mes.
¡Basta ya de jinetear el dinero y la fragilidad de miles de pensionados!
Desde El Chiverral, San Antonio de Escazú, José Luis Valverde Morales, cuidador de casas, lechero, cogedor de café en su natal Escazú, licenciado en Ciencias de la Comunicación UCR, expresidente Colegio de Periodistas de Costa Rica, exdirector de comunicación CCSS y Presidencia de la República, expresidente Asociación Solidarista de la CCSS.
Un concepto que se define como el conjunto de habilidades para alcanzar el bienestar, la educación emocional, la búsqueda del sentido de vida, el mejoramiento de las relaciones sociales y concretar los logros positivos
Por Eugenia Rodríguez Ugalde (*)
A partir de la experiencia que todas las personas hemos vivido, recientemente, en relación con el desarrollo de la pandemia, ha quedado muy clara la importancia de la búsqueda del bienestar personal y social.
Ante los desafíos que se presentan en la vida, se requiere de una toma de conciencia de la mejor actitud con la que se pueden enfrentar las nuevas dificultades. Esa actitud positiva se aprende y se desarrolla desde los primeros años de vida y es una parte esencial del aprendizaje social que vamos desarrollando a lo largo de nuestra existencia.
Si generamos ambientes positivos dentro de las familias, las instituciones educativas y cualquier ambiente colectivo, la persona aprende a desarrollar una actitud positiva ante las diversas circunstancias que debe enfrentar.
El bienestar es uno de los objetivos básicos de la vida personal y social. Si las personas no nos esforzamos por alcanzar el bienestar personal y colectivo en forma conjunta, habrá desesperanza y esto puede llevarnos al incremento de las enfermedades mentales que tanto afectan a nuestra sociedad en la actualidad y que se han convertido en un verdadero problema de salud pública.
Si bien es cierto, el bienestar personal es una responsabilidad propia, se debe formar a la persona para que tome conciencia de la importancia de una vida física, mental y espiritualmente equilibrada.
Por otro lado, cuando se habla de bienestar social, todas las personas tenemos un grado de responsabilidad, pero también los gobiernos deben promover este tipo de bienestar a través de las diferentes iniciativas que se proponen. Esto es una inversión social que provee herramientas para el equilibrio personal y social.
El desarrollo del bienestar debería ser una de las prioridades y finalidades de la educación, en el que se involucre el profesorado, la población estudiantil y las familias, de manera que se beneficie la sociedad en general.
En las últimas décadas, la psicología ha profundizado en el estudio de las experiencias positivas y los rasgos individuales y sociales positivos en las personas. También se han realizado diversos estudios relacionados con las instituciones que proponen programas para la promoción del bienestar y la calidad de vida de las personas.
Martin Seligman, reconocido psicólogo estadounidense, ha dedicado gran parte de su vida a realizar estudios sobre la psicología positiva y el impacto personal y social que tiene.
Durante sus procesos de investigación ha enfatizado en la importancia de la aplicación de la psicología positiva al sistema educativo y la ha llamado Educación positiva, la cual define como el conjunto de habilidades para alcanzar el bienestar, la educación emocional, la búsqueda del sentido de vida, el mejoramiento de las relaciones sociales y el concretar los logros positivos.
Al preguntarnos sobre los beneficios de la Educación positiva, se puede mencionar que esta ayuda a que la persona autogestione sus emociones y liderazgo para la consecución de sus logros, lo cual le aporta una mayor calidad de vida, ya que se hace consciente de la responsabilidad que debe asumir ante su propio bienestar; además, facilita las relaciones humanas positivas, se enfoca en el desarrollo de los valores personales y sociales, y es capaz de desarrollar una mayor resiliencia para enfrentar las dificultades que se le presentan.
La Educación positiva, propuesta por Seligman (2002), y reforzada por el psicólogo canadiense Jordan Peterson (2009), se centra en el desarrollo de 24 fortalezas humanas o rasgos positivos desde los primeros años de vida, entre las que se encuentran las siguientes: sabiduría, conocimiento, creatividad, deseos de aprender, valentía, persistencia, empatía, vitalidad, templanza y otras.
Ambos autores reconocen la relevancia de la familia, los centros educativos y los diferentes contextos sociales en el desarrollo de los rasgos positivos de las personas y de los grupos.
Cada uno puede contribuir al desarrollo de personas sanas física, emocional y espiritualmente, que sean responsables y conscientes de su propio bienestar y el de los otros individuos.
Los rasgos positivos relacionados con las virtudes y fortalezas humanas, planteadas por Seligman y Peterson, se manifiestan en pensamientos, sentimientos y acciones que las personas realizan. Ambos autores clasifican las virtudes y fortalezas humanas de la siguiente forma:
Virtudes | Definición | Fortalezas humanas relacionadas con el desarrollo de las virtudes |
Sabiduría y conoci-miento | Fortalezas cognitivas que implican el uso del conocimiento. | Creatividad, curiosidad, apertura mental, amor por el aprendizaje y perspectiva. |
Coraje | Fortalezas emocionales que implican utilizar la voluntad para alcanzar los propósitos. | Valentía, perseverancia, integridad y vitalidad. |
Humanidad | Fortalezas interpersonales que implican cuidar y tener empatía con las demás personas. | Amor, amabilidad e inteligencia social (inteligencia emocional e inteligencia personal). |
Justicia | Fortalezas cívicas para vivir en comunidad. | Ciudadanía, sentido de la justicia y liderazgo. |
Moderación | Fortalezas que nos protegen contra los excesos. | Capacidad de perdonar, modestia, humildad, prudencia, autocontrol y autorregulación |
Trascenden-cia | Fortalezas que promueven la conexión con el universo y proveen significado a la vida. | Apreciación de la belleza y la excelencia, gratitud, esperanza, sentido del humor, espiritualidad. |
En el 2010 se propuso en España el Programa Aulas Felices, dirigido al profesorado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, cuyo propósito se centra en brindar diferentes herramientas al personal docente para que puedan desarrollar las virtudes y fortalezas en la población infantil y juvenil, con el fin de que alcancen su bienestar presente y futuro.
Posterior a esa fecha, se han realizado nuevas ediciones que han enriquecido la propuesta de diversas actividades en el aula para alcanzar los fines propuestos.
Sabiendo la relevancia de la Educación positiva y los beneficios que se pueden obtener de ella, cada país debe realizar una propuesta que desarrolle las fortalezas humanas para promover el bienestar en su población. A su vez, cada institución educativa debe tomar conciencia de la importancia de este tema y generar su propuesta propia para el beneficio de su comunidad educativa.
(*) Eugenia Rodríguez Ugalde es una profesional con formación académica en el campo de la psicología, psicopedagogía, administración educativa y pedagogía. Cuenta con más de 25 años de experiencia docente universitaria e investigación. Actualmente se desempeña como Vicerrectora de Bienestar Estudiantil y Extensión Universitaria en la Universidad Castro Carazo y es consultora nacional e internacional en temas educativos y de bienestar.
Las empresas pueden hacer acciones filantrópicas como parte su estrategia de responsabilidad social, pero hacer filantropía solamente no es una estrategia de RS
Por Luis Mastroeni (*)
Alguna vez alguien me dijo que la mejor manera de explicar algo es empezar por definir lo que no es. Tantos años después de que se iniciaron las estrategias de responsabilidad social (RS) en las empresas y aún cuesta que en la mayoría de la población se comprenda más como una estrategia central, que como una actividad bonita asociada al corazón o a la parte sensible de las compañías.
Esta vez lo aplicaré. La última vez que mis letras estuvieron por aquí, acordé con ustedes que seguiríamos hablando de responsabilidad social (RS) (Lea Punto ciego, anterior artículo de este autor: https://gente-divergente.com/punto-ciego/). En esta ocasión les voy a contar lo que no es y por qué es importante comprenderlo, sobre todo para aquellas personas que siguen pensando en que es una moda y que pasará. Recuerden que el que no sabe de altares ante cualquier armario se persigna y de ahí la importancia de reconocer que esta tendencia llegó para quedarse.
Empezaré diciendo que la RS no es un conjunto de actividades que las empresas hacen para parecer buenas o empáticas alrededor del entorno en el que operan. Mucho dinero se ha invertido en el pasado haciéndole creer a las personas que tales o cuales acciones se hacen porque la empresa cuenta con una estrategia sólida en RS. Los eventos de donaciones, recaudación de fondos o entrega de útiles escolares, son acciones sociales válidas, pero dejémoslo claro, son solo eso, acciones sociales. Eso está muy lejos de ser una estrategia de RS, como hemos dicho aquí que debe ser entendida.
Otro error muy común es creer que cuando los dueños de una empresa crean una fundación eso es RS. Esta frase que sigue la aprendí hace mucho tiempo, de un profesor: las empresas pueden hacer acciones filantrópicas como parte su estrategia de responsabilidad social, pero hacer filantropía solamente no es una estrategia de RS. Me explico. Si los dueños desean hacer una fundación para atender una necesidad de la sociedad, eso está muy bien, pero se queda corto el esfuerzo si lo que se pretende es decir que la Fundación, por sí sola, es la estrategia de RS.
La tercera actividad que se maquilla de RS es la de generar proyectos sociales con el Gobierno o en una alianza público privada para el desarrollo (APPD). Las APPD son esfuerzos necesarios y de mucho impacto para la sociedad, pero no son, por sí solos, la estrategia en mención.
Por último, una clásica en este proceso, es el voluntariado. Doble puntaje si son en parques nacionales o limpiando ríos. Es muy loable que una empresa quiera hacer actividades de este tipo y sin duda, todas estas cosas son parte de la estrategia, pero solas o aisladas, siguen siendo momentos en los que la empresa trata de acallar su consciencia haciendo algo por su entorno.
“Aunque no lo crean, hay empresarios que piensan que hacer algo por el agua es tarea del Estado y que ellos no tienen por qué encargarse de eso. A ellos aún no les llega la noticia de que vivimos en un mismo planeta y que los recursos son limitados”.
Luis Mastroeni, periodista.
Dicho lo que no es, pasemos a lo que es. Todas las empresas en la actualidad han entendido algo de manera clara y contundente: si el entorno se debilita, se enferma o se desequilibra, es más complejo operar, desde el punto de vista que se le quiera ver. Aumentan los costos, bajan las ventas, la logística se complica y el talento podría perderse. Es decir, observar las condiciones en las que se opera es una acción obligada hoy en día si se quiere ser rentable y sostenible en el tiempo.
Ya casi llego a la definición, no me abandonen. Lo otro que las empresas están descubriendo (nunca es tarde) es que cuando creían conocer todas las respuestas, cambiaron las preguntas. Ante un entorno tan cambiante el consumidor ha pasado de preguntar qué producto me venden, a cómo hacen ese producto y el inversionista ya no solo pregunta por los estados financieros, sino que hace una variedad de preguntas sobre temas no financieros. Es decir, los riesgos que antes se resolvían en una simple matriz de excell, hoy son más complejos y es vital incluirlos en esa matriz, que cada año se hace más amplia.
La RS es la manera en que las empresas analizan sus impactos y riesgos en medio de la sociedad en la que operan y al hacer esto, entiende cómo disminuir los impactos negativos y aumentar los positivos, de tal manera que los riesgos que podrían materializarse se eviten y de esa forma ser sostenibles en el largo plazo.
Más sencillo con un ejemplo. Hace poco el periódico La Nación publicaba que se está perdiendo inversión en Guanacaste por falta de agua en la zona. Un tema que en el pasado era ¨light¨, hoy se convierte en una condición básica de decisión de inversión.
Otra manera de verlo es cuando una empresa usa agua en sus procesos de producción y no hace nada por seguir produciendo cada vez con menos agua, pero además no hace nada por conservar ese recurso, en algún momento dejará de operar y no podrá seguir produciendo y afectará a una región o comunidad en un país. Aunque no lo crean, hay empresarios que piensan que hacer algo por el agua es tarea del Estado y que ellos no tienen por qué encargarse de eso. A ellos aún no les llega la noticia de que vivimos en un mismo planeta y que los recursos son limitados.
Impactos, riesgos, contexto y respuesta. Esas son las palabras clave en este tema. Las estrategias de RS no se hacen en un escritorio, a partir de una lluvia de ideas en que los ejecutivos piensan qué cosas bonitas hacer por la sociedad. Hay que analizar, hay que escuchar y hay que alinear cada vez más, los intereses de los negocios con las expectativas de los públicos de interés, solo así habrá oportunidad de seguir funcionando en un ambiente tan complejo, como en el que nos ha tocado operar.
Luis Mastroeni es periodista.
MOSAICO HUMANO
(*) Por María Antonieta Chaverri Suárez
Reconozco que mi lugar como mujer es un sitio de privilegio.
Lo es porque mis abuelas fueron mujeres luchadoras y trabajadoras. Una en el campo y la casa con 10 hijos. La otra, distribuida entre las aulas, abriéndose camino en el pensamiento matemático e intelectual y formando a hombres y mujeres docentes, mientras velaba por su hogar.
De privilegio… porque mi madre siempre trabajó y no dejó de realizarse, ese era su deseo, y porque mi padre siempre le dijo “yo no te freno, vos tenés que realizarte andate a la gira…”. Y porque él siempre vio el trabajo como una forma de dignificación para hombres y mujeres, por lo que a mí tampoco me puso límites y yo no sentí nunca que alguno de ellos, padre y madre, tratara de influir en lo que yo debía ser.
De privilegio… porque mi esposo asume día con día su rol de padre y co-habitante de la casa, trabajando y dejando trabajar y educando para la igualdad.
De privilegio… porque he ido aprendiendo que se puede amar aún de las maneras menos convencionales, y amar de verdad, y desde ese amor siento apoyo constante y verdadero.
De privilegio… porque tuve grandes jefes varones que fueron mentores y maestros que nunca juzgaron mi emocionalidad, mi idealismo ni mis deseos profundos de ser madre y siempre me permitieron manifestar mis pensamientos con total franqueza y valoraron a mis aportes.
Como todas las personas, tengo sesgos y en el camino he reconocido que muchos de los míos son de privilegio. Antes no los veía, pero hoy los reconozco.
No que en mi familia todo haya sido perfecto y no hubiera brechas; no, hubo y hay muchas por cerrar, pero reconozco que he sido privilegiada.
Por mucho tiempo no lo supe y me parecían exageradas ciertas posiciones de mujeres y movimientos sociales. Hoy comprendo que los diferentes movimientos, en el tanto no estigmaticen ni denigren a nadie, son válidos porque no todas las historias son como la mía.
Los sesgos son atajos de la mente, pero reconocerlos es clave para tratar de gestionar nuestros pensamientos y acciones, lo cual toma tiempo.
“Soy repetidamente afortunada porque la vida me ha permitido recibir acompañamiento e inspiración de cientos de mujeres en la vida real”.
María Antonieta Chaverri Suárez, coach de liderazgo trascendente.
Pero, ¿qué viene después del reconocimiento para poder actuar en concordancia? Creo que viene la empatía.
Esa capacidad de ver que no todos y todas están en la misma posición que yo.
Es esa empatía la que ha hecho que miles de hombres en el mundo también reconozcan sus sesgos de privilegio por haber nacido hombres en sociedades diseñadas en gran medida por y para hombres. No es un tema de malos o buenos, es una realidad antropológica que se mezcla con las experiencias y realidades de cada quien.
Tal empatía es la que me llevó a emocionarme el pasado lunes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cada vez que escuché a mujeres que han salido adelante a pesar de todo y abren camino, así como a hombres que luchan por las mujeres. Es la empatía la que humedeció mis ojos mientras escuchaba historias de vida.
Es esa empatía la que hizo que me doliera el corazón al pensar en las mujeres que aún sufren mutilación genital, que no pueden hablar y creen que no pueden decidir, que son víctimas de violencia aún en sus círculos más íntimos, las que son vendidas o las que no tienen acceso al agua, la educación ni el trabajo remunerado.
Pero es también la empatía que hizo vibrar mi corazón al ver a hombres contando las historias de sus propios sesgos de privilegio, otros descubriendo una realidad que no eran capaces de ver y abriendo diálogos reales sobre lo que significa para la humanidad y el planeta que las mujeres tengan igualdad de oportunidades que por roles de género y estereotipos no han podido realizar.
Sigo siendo privilegiada porque estoy ahora en una posición para abrir camino y reconozco que eso también me sesga y me lleva a ser impaciente con otras personas. Sin embargo, tengo muy claro que el privilegio siempre implica responsabilidad para con quienes me rodean y para con quienes no tiene las mismas oportunidades que yo.
Y, como si fuera poco, soy repetidamente afortunada porque la vida me ha permitido recibir acompañamiento e inspiración de cientos de mujeres en la vida real, libros, arte. Mujeres adultas, jóvenes, niñas.
Mujeres en el campo, en zonas indígenas, en las aulas, en las calles, en plantas de producción, mujeres en política, en grandes empresas, en el servicio doméstico y en organizaciones de la sociedad civil. Mujeres sanas y las que luchan contra una enfermedad. Mujeres que crecieron como yo y aquellas, la mayoría, cuyos caminos ha sido mucho más duros.
Mujeres que sacan adelante a sus hijos e hijas, aquellas que han decidido no tenerlos, las que no pueden tenerlos o aquellas por amor han tenido que renunciar a ellos.
Estas fueron mis reflexiones desde la vulnerabilidad en un día en el que traté de asumir mi responsabilidad desde mi posición de privilegio. Porque para mí el 8 de marzo es un día para abrir camino con firmeza desde la empatía.
(*) María Antonieta Chaverri es Coach de liderazgo trascendente, formadora de mentores y asesora para empresas y organizaciones de diferentes sectores en temas como alineamiento estratégico, liderazgo, transformación cultural y diversidad e inclusión.
MOSAICO HUMANO
Por María Antonieta Chaverri
Sentirme escuchada, verdaderamente escuchada, siempre es un alivio. ¿Quién no ha sentido el poder la escucha empática?
Hace tiempo conocí más profundamente lo que es la verdadera escucha: esa sin juicios, que reconoce las emociones como la realidad de quien las vive y que desde la empatía permite sentirse acompañado y da la confianza para expresarse y encontrarse. Esa que no dice qué hacer, sino que abre el espacio para que una misma reconozca que siempre se puede elegir, que sí hay opciones.
Ahora entiendo que esa escucha es un privilegio que muchos no tienen y que cada día es más indispensable.
¿Qué tal si regalamos escucha esta Navidad a los más vulnerables?
Realidad
Estar sin empleo, sin esperanza, no ver posibilidades, no saber que comerá la familia mañana, vivir en una constante incertidumbre… esa ha sido y es la realidad de miles de personas en nuestro país este año.
En el caso de las mujeres, las afectaciones a raíz de la pandemia y sus efectos colaterales son todavía más críticos. Dado el confinamiento y el estrés asociado, hay un incremento en la violencia intrafamiliar, siendo mujeres y niños lo más afectados.
Desde hace tiempo la ONU afirma que las mujeres alrededor del mundo están en mucho mayor riesgo alimentario, de caer en la pobreza y ser afectadas por desastres naturales, guerras y crisis de cualquier tipo. La pandemia nos ha demostrado que ese riesgo es real.
“En Voces Vitales Costa Rica, con el apoyo de Utard Consultores y la Federación Internacional de Coaching (ICF) hemos convocado y capacitado a mentoras, psicólogos y coaches para conformar la Brigada de Escucha con el fin de atender de forma gratuita, por medio de voluntariado, a la población más vulnerable”.
María Antonieta Chaverri, Coach de liderazgo trascendente
Una publicación reciente de la firma McKinsey explica cómo alrededor del mundo la empleabilidad de las mujeres se ve más afectada que la de los hombres, a raíz del Covid-19, por múltiples razones, entre ellas porque la mayor cantidad de empleos independientes y en industrias en riesgo son ocupados por mujeres. Además, el hecho de que los niños no asistan a la escuela y no haya, a raíz del confinamiento, alternativas de cuido; la necesidad de acompañar a los niños en su proceso de aprendizaje desde la casa y la sobre carga de labores del hogar han provocado que muchas mujeres tengan que dejar sus trabajos para hacerse cargo de las nuevas dinámicas familiares.
La tasa de desempleo femenino en Costa Rica es del 30,4%. Previo a la pandemia el Programa Estado de la Nación estimó que el acceso igualitario de las mujeres al mercado laboral reduciría la pobreza del país a la mitad. Esta posibilidad parece esfumarse en tiempos en que se estima que el 30% de los habitantes de nuestro país viven en pobreza (6% más que en el 2019), la tasa de desempleo nacional supera ya el 24%, más de 11 puntos porcentuales por encima que marzo pasado, y más de la mitad de los trabajos perdidos a raíz de la pandemia eran ocupados por mujeres. Actualmente la tasa desempleo femenino es prácticamente el doble que la del desempleo masculino.
La otra realidad
Estas cifras y muchas otras reflejan una realidad fría que no cuentan la angustia que en silencio viven miles de mujeres: el miedo y dolor de no poder alimentar a sus familias, de no poder acompañar a sus hijos en el proceso de aprendizaje virtual, la realidad y el temor provocados por la violencia doméstica, la tristeza de truncar sus sueños profesionales, sus emprendimientos, su actividad económica; la presión de mantener la estabilidad emocional de quienes la rodean, la creencia de que es mejor no transmitir miedo…
Los seres humanos tenemos el potencial para ingeniárnosla. Siempre, sin importar lo duro de las circunstancias, hay alguna posibilidad y podemos ejercer la gestión de las emociones para elegir la actitud con la que nos enfrentamos a las vicisitudes.
Sin embargo, cuando los niveles de estrés son excesivamente elevados, perdemos esa perspectiva de la realidad y entramos en una especie de hoyo negro. Ese estado de ceguera inconsciente es caldo de cultivo para desarrollar cuadros psico-emocionales severos que pueden convertirse en afectaciones de la salud mental y actitudes dañinas contra sí mismos y los demás.
La crisis sanitaria ha profundizado los retos económicos que enfrentábamos y, lógicamente, ha llevado la atención del mundo entero a la salud física. Sin embargo, la salud mental, que de por sí ya es un tabú en nuestra sociedad, sigue estando altamente invisibilizada y poco atendida a pesar de su seria afectación y deterioro. El estudio “Salud mental y relaciones con el entorno en tiempos de COVID-19”, conducido por la UNED y la UNA reveló que los estados depresivos de la población costarricense aumentaron un 50% desde el inicio de la pandemia, según publicó Delfino.cr.
Poder expresar las emociones en un ambiente de confianza funciona como una válvula de escape que permite sacar presión para abrir paso al alivio y la posibilidad de descubrir recursos internos y externos que, por el estrés excesivo, no es posible visualizar.
Ofrecemos escucha
En Voces Vitales Costa Rica, con el apoyo de Utard Consultores y la Federación Internacional de Coaching (ICF) hemos convocado y capacitado a mentoras, psicólogos y coaches para conformar la Brigada de Escucha con el fin de atender de forma gratuita, por medio de voluntariado, a la población más vulnerable.
Gracias al apoyo del Fondo Canadá y la Fundación McNulty, formamos a 60 brigadistas y ofrecimos el servicio gratuito a 126 personas, en su mayoría mujeres.
Nuestra segunda meta es llevar escucha a 500 mujeres más y formar a 50 nuevos brigadistas. Para alcanzarla hemos lanzado una campaña de recaudación de fondos en una plataforma virtual internacional de crowdfunding (recaudación pública de fondos). El monto de la donación es voluntario, todo suma.
El dinero se utilizará para formar nuevos brigadistas, dar a conocer los servicios de la brigada en las comunidades y romper tabúes para motivar a las personas a utilizarlos.
Esta semana, comenzamos a ofrecer escucha en Guanacaste en zonas en que la Asociación CEPIA ha identificado necesidad en cientos de personas.
Ya hemos podido escuchar a varias e incluso, como mucho dolor, conocer casos de violencia doméstica e intenciones suicidas. La Brigada de Escucha tiene protocolos para elevar los casos que corresponda a terapia con profesionales en psicología y para acompañar a mujeres y víctimas en la toma de decisiones sobre sus derechos e integridad física y emocional, así como para que conozcan los mecanismos oficiales para su protección.
Aún falta la mitad de los fondos por recaudar para llegar a esas 500 mujeres y usted puede ayudar haciendo su donación en este link: https://www.globalgiving.org/projects/costarica-needs-listening/
Las festividades de Navidad, fin e inicio de año provocan exacerbación de emociones. Es una excelente temporada para brindar acompañamiento a quienes están al borde de afectaciones mentales y emocionales mucho más severas y a quienes pueden encontrar formas de salir adelante pero necesitan ser escuchados para encontrarlas.
¿Qué tal si regalamos escucha?
(*) María Antonieta Chaverri es Coach de liderazgo trascendente, formadora de mentores y asesora para empresas y organizaciones de diferentes sectores en temas como alineamiento estratégico, liderazgo, transformación cultural y diversidad e inclusión.