La primera visita tuvo lugar hacia el final de la tarde del lunes y consistió en recibir en una de mis cuentas bancarias el pago por la elaboración de un video de cuatro minutos para una organización costarricense.

¡Primera vez en mi vida que me pagan por hacer una producción de ese tipo! Se trata de un campo en el que tenía cero experiencia, pero que he ido explorando, probando-fallando y puliendo desde enero pasado.

No soy un maestro del video, pero sí un alumno decidido a aprender. Y créanme: lo estoy disfrutando.

La segunda visita sucedió hace pocos minutos, cuando me entregaron en la puerta de mi casa una caja con frutas y hortalizas como pago por un artículo sobre el escritor franco-argentino Julio Cortázar (1914-1984) que redacté para una publicación digital.

¡Primera vez en mi vida que recibo un pago de este tipo! Pueden apreciar parte de la fresca y deliciosa remuneración en la foto que acompaña a este artículo.

No soy un chef, pero no me cabe la menor duda de que esta noche voy a saborear una deliciosa ensalada hecha con productos de nuestra tierra.

Dicho sea de paso: me gusta que en este caso el Sinpe Móvil haya sido una caja de cartón a la que Hacienda no pueda meterle el diente…

En fin, dos experiencias que forman parte de mi “nueva normalidad” y que me recuerdan algunas palabras clave de mi proceso de cambio: aprendizaje, exploración, flexibilidad, adaptación, sorpresa, solidaridad, gratitud y disfrute.

Asimismo, estas visitas de ayer y hoy me invitan a pensar que si bien es cierto la “nueva normalidad” cuenta con elementos de aplicación general para países, personas y organizaciones, también tiene componentes muy personales. Hay una “nueva normalidad” macro y otra micro.

Quise compartir esto con ustedes. Ojalá les sea de utilidad.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Exdirector del periódico El Financiero
Consultor en Comunicación