Una página con espacios libres invita a leer, pues la mente traduce esos blancos como claros en el bosque para respirar, hacer una pausa, descansar

En materia de extensión de los párrafos, prefiero aquellos que se parecen a don Quijote y rehúyo los que me recuerdan a Sancho Panza.

Me gustan los textos a dieta, esos que están en línea pues hacen ejercicio mental, y tiendo a rechazar los obesos, bloques pesados que se atiborran de palabras e ideas que bien podrían editarse.

Si es cierto que todo entra por los ojos, ¿de dónde ese afán de atormentar a los lectores con líneas llenas de puntos y seguido?

¿Por qué no utilizar más los puntos y aparte? Piérdale el miedo a este maravilloso signo de puntuación.

Sea breve al escribir. Ejercite la síntesis. Una idea, un párrafo; otra idea, un nuevo párrafo y así sucesivamente.

No recargue la página, no la sature. La hoja en blanco no es la bodega de los chunches, ese espacio donde cabe todo.

Un folio con espacios libres invita a leer, pues la mente traduce esos blancos y claros como pausas, sitios abiertos para respirar, hacer una pausa, descansar.

Los textos no deben parecer túneles, sino ventanas.

Los escritos sobrecargados transmiten la idea de apretado, espeso, pesado, tupido, impenetrable, oscuro, confuso.

No caiga en la tentación de enamorarse de la primera versión del texto. Revíselo, léalo con ojo crítico, corte artículos innecesarios, pode redundancias, tale rodeos; siempre hay mechas o vellos sobre los cuales pasar tijera.

¿Por qué expresar en extenso lo que se puede decir en corto? ¿Qué necesidad hay de redactar bloques tan grandes y pesados como el cíclope Polifemo (gigante del poema épico la Odisea, de Homero) si podemos escribir líneas tipo Pulgarcito?

Hay quienes piensan que profundidad, rigor y seriedad tienen que ver con extensión, densidad y tedio. ¡Nada más alejado de la realidad!

¿Qué sentido tiene escribir textos que en lugar de atraer lectores, los espanta?

Pocas imágenes son tan aburridas como las de una página llena, saturada, atiborrada de palabras.

¿Qué le parece la idea de poner los párrafos a dieta? Le aseguro que la comunicación saldrá ganando.

Me gustaría compartir con usted o su organización mis conocimientos y experiencia en el campo de la comunicación. Puede escribirme al correo josedavidgm2020@gmail.com y abrir así la puerta de un diálogo enfocado en sus intereses, aspiraciones y necesidades.