Recorra ambas joyas arquitectónico-religiosas a través de una serie de 61 fotografías

Marco Monge

Dos pisadas profundas en la historia de Costa Rica. La primera de ellas se empezó a formar en 1743, en tanto que la segunda lo hizo a partir de 1753. Se trata, en ese orden, del antiguo convento de los frailes franciscanos -convertido hoy día en un museo de arte religioso-, y de la Iglesia de Orosi.

Ambas edificaciones datan de la época colonial y son inquilinas de madera, adobe, bahareque, calicanto y tejas en una misma propiedad ubicada en el corazón del segundo distrito del cantón de Paraíso, provincia de Cartago.

Cuando los conquistadores españoles llegaron a lo que hoy es Costa Rica, en el siglo XVI, el Valle de Orosi era ocupado por un asentamiento de indígenas huetares. Luego, en 1570, fue fundado el pueblo de Orosi.

Dedicada a San José, la Iglesia de Orosi fue inaugurada en 1767 por los misioneros franciscanos; en 1920 pasó a formar parte del patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica, y en 1985 fue declarada Monumento Nacional.

Entre tanto, el Museo de Arte Religioso de San José de Orosi, abrió sus puertas en 1980. Sus paredes encierran una colección de 120 piezas de arte que brindan un amplio panorama de la historia católica en ese rincón del país.

En el Museo de Arte Religioso de San José de Orosi se exhiben unas 120 piezas.

Los visitantes encuentran pinturas, esculturas de santos, un sepulcro y muchos objetos religiosos de plata.

Se exponen también las casullas que utilizaban los padres franciscanos.

Marco Monge es fotoperiodista.

Un fotoperiodista de amplia trayectoria

Marco Monge ha dedicado toda su vida con pasión y tenacidad a la exploración, desarrollo y práctica del Fotoperiodismo.
En diferentes medios costarricenses, y con múltiples experiencias para agencias internacionales de noticias, su amplia carrera en el fotoperiodismo ha logrado reconocimientos internacionales y nacionales,  culminando con el máximo galardón que se entrega en Costa Rica en su área: el Premio Nacional “Pío Víquez”, en el 2014.
Ha dado cobertura periodística a momentos históricos como:  las conversaciones de paz con la guerrilla salvadoreña  -en los tiempos de la guerra en Centroamérica-; las visitas oficiales al país de los mandatarios de China, Estados Unidos,  Brasil, Rusia, entre otros, en los últimos 25 años, y a desastres naturales de gran envergadura que afectaron a Costa Rica en las últimas dos décadas, como el terremoto en Limón, la emergencia por el terremoto en Cinchona.
El lente de Monge ha estado presente en el secuestro del entonces Ministro de Seguridad de Costa Rica, Luis Fishman, la serie de secuestros en la zona de San Carlos, la toma y secuestro de la Corte Suprema de Justicia, la toma violenta de la Embajada de Nicaragua, las conflictivas huelgas de trabajadores en Puerto Limón y las más influyentes movilizaciones sindicales del ICE por el llamado “Combo”.
Participó también en la cobertura de las campañas y elecciones presidenciales de Calderón Fournier, Figueres Olsen, Rodríguez Echeverría, Pacheco de la Espriella, Arias Sánchez, Chinchilla Miranda y Solís Rivera.
Se ha ocupado también de realizar trabajos especiales y de profundidad con fotografía de denuncia social y fotoreportajes acerca de temas como el drama humano de los precarios, la niñez desamparada, la drogadicción, la falta de accesos igualitarios para los discapacitados, la desigualdad social en zonas deprimidas y críticas socialmente como en Limón.
La mayor parte de su carrera profesional la ejerció en el periódico La República, aunque también hizo coberturas fotográficas para el diario La Nación.
A lo largo de su trayectoria se ha caracterizado por la defensa del principio de que la fotografía de prensa sea sinónimo de reflejo de la realidad nacional, sus trabajos de denuncia social han sido premiados en concursos internacionales de entidades tan prestigiosas como el BCIE, la Bienal Centroamericana de la Alianza Francesa,  por el Ministerio de Cultura de Costa Rica, con el premio Pio Viquez 2014. Además, fue premiado a nivel internacional en el concurso 6th 35AWARDS del 2020 quedando entre los 150 mejores fotoperiodistas a nivel mundial, su foto está incluida en el catálogo del año del premio y medios de comunicación.
“Mi esfuerzo en el fotoperiodismo siempre ha sido poder entregar las mejores fotografías, con la mayor calidad, generadas en medio de los acontecimientos más relevantes y críticos ocurridos en Costa Rica, durante décadas de servicio como testigo gráfico de la realidad nacional”.