“No os dejéis atrapar por los dogmas; no viváis con ideas prestadas”.

Esas palabras formaron parte del discurso de 15 minutos que Steve Jobs, cofundador y presidente ejecutivo de Apple, pronunció el 12 de junio del 2005.

La disertación tuvo lugar en la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, en Stanford, California, y en ella el orador de fondo reconoció haber sentido miedo cuando abandonó los estudios para dejarse guiar por la curiosidad y la intuición.

“No me arrepentí en absoluto”, manifestó ante cientos de nuevos profesionales.

Comparto algunas otras citas de esa alocución:

Confiar en la intuición
“Tenéis que confiar en que todo acabe encajando en el futuro. Tenéis que fiaros de algo: de vuestra intuición, del destino, de la vida, del karma, de lo que sea”.

Un despido positivo
“No me di cuenta entonces, pero ser despedido de Apple (a los 30 años de edad) era lo mejor que me podía pasar. Al peso del éxito le sucedió la ligereza de empezar de nuevo, sin estar muy seguro de nada. Me sentí con la libertad suficiente para entrar en una de las etapas más creativas de mi vida”.

Mantener la esperanza
“Estoy seguro de que no habría hecho ninguna de estas cosas si no me hubiesen despedido de Apple. Fue un jarabe amargo el que tuve que tomarme, pero creo que el paciente lo necesitaba. A veces la vida te golpea con un ladrillo en la cabeza. No perdáis la esperanza”.

Encontrar la pasión
“Estoy convencido de que lo único que me hizo perseverar fue el amor por mi trabajo. Tenéis que encontrar vuestra pasión. Esto vale para el trabajo tanto como para el amor. Vais a pasar gran parte de vuestra vida trabajando, y no estaréis verdaderamente satisfechos con ella mientras no ejerzáis muy bien vuestro oficio. Y para ello os tiene que apasionar”.

Seguir buscando
“Si aún no habéis encontrado vuestra vocación, seguid buscando… y no os conforméis con nada. Como siempre ocurre en los asuntos del corazón, os daréis cuenta nada más encontrarla. Ese trabajo, como las grandes relaciones sentimentales, irá mejorando con el paso de los años. Así que seguid buscando. No os conforméis con nada”.

El dictado del corazón
“Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco de evitar la gran trampa: la de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ningún motivo para no hacer lo que te dicta el corazón”.

Lo demás es secundario
“Ante todo, tened el valor de seguir vuestra intuición, de hacer lo que os dicte el corazón. Los dos -la intuición y el corazón- saben lo que verdaderamente queréis ser en la vida. Todo lo demás es secundario”.

Hambre e imprudencia
“No pierdas el hambre. No pierdas la imprudencia”.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista independiente