José David Guevara Muñoz

… me siento agradecido con tres jugadores de la Liga Deportiva Alajuelense.

Me refiero a Bryan Ruiz, quien a lo largo de una carrera profesional de más de diecinueve años (debutó con el equipo manudo el 8 de octubre del 2003) engrandeció y dignificó al fútbol costarricense con una trayectoria que brilla por su esfuerzo, sacrificio y honestidad.

Han sido muchas las alegrías y satisfacciones que este líder deportivo le ha brindado a la afición nacional, sin importar los colores de las camisetas. Solo para mencionar un caso, echo mano al Mundial Brasil 2014, en cuya fiesta para nuestro país fue clave el aporte de Ruiz.

Por eso me complace saber que estará presente en Catar 2022, en donde podrá ponerle la cereza al pastel. La Copa del Mundo que se avecina es, desde mi óptica, una excelente ocasión para despedir a este talentoso futbolista y expresarle nuestra gratitud por su valioso legado.

No todo en la vida es ganar-ganar ni únicamente competir; debe haber también un espacio importante para ejercer el valor de agradecer.

Hablo también del portero Leonel Moreira, cuyo ejemplo me ha ayudado a tener presente en estos días lo relevante que es luchar por nuestros sueños por encima de las infaltables voces de la mezquindad, envidia y pobreza de espíritu.

Me cuesta entender cómo es posible que haya personas que se burlen de este arquero por el hecho de que no haya sido convocado para participar en la Copa de Catar.

No todo en la vida es ganar-ganar ni únicamente competir; debe haber también un espacio importante para dar segundas oportunidades.

Sin embargo, afortunadamente tiene mucho más peso y resulta más ejemplarizante la actitud valiente y luchadora de Moreira que la bajeza que exhiben quienes se atreven a mofarse de sueños, metas y aspiraciones ajenas.

No todo en la vida es ganar-ganar ni únicamente competir; debe haber también un espacio importante para luchar por los sueños a pesar de los obstáculos y para reconocer y aplaudir los esfuerzos ajenos.

Por último, Johan Venegas, en quien al parecer muchos han encontrado un motivo para descargar frustraciones personales; no encuentro otra manera de explicarme tanta inquina contra este delantero.

Bien por ese futbolista que no renunció a la convocatoria para darle gusto a las voces del odio y el veneno. Me pregunto si quienes tanto lo señalan, serán elevados ejemplos de excelencia como trabajadores, estudiantes, hijos, padres, esposos… Digo, porque para ensañarse como lo han hecho, debe ser porque nunca han pasado por malas rachas en la vida.

Sin embargo, lo que más destaco, en este caso, es la actitud valiente de don Luis Fernando Suárez, DT de la Selección, en el sentido de darle una oportunidad a un jugador en el que cree, no por un determinado momento, sino por toda una trayectoria en la que ha quedado patente su capacidad.

No todo en la vida es ganar-ganar ni únicamente competir; debe haber también un espacio importante para dar segundas oportunidades en vez de ser tan duros con nuestros semejantes.

No soy liguista, pero me siento agradecido con estos tres jugadores, y un DT, por la oportunidad que me brindan de recordar que en el fútbol también alinean la gratitud, la bondad y las segundas oportunidades.

José David Guevara Muñoz
Periodista
Editor de Gente-diverGente