Diez valiosas lecciones en apenas una era y sesenta y cinco palabras…

Por Alejandro Guevara Muñoz (*)

Me fui a Llano Grande de Cartago, deseaba llenar la “barriga” de mi cámara digital y pasar un día diferente fuera de la ciudad.

Un amigo boyero me había invitado a verlo arar un terreno que se preparaba para la siembra de apio.

Cuando llegué al sitio el boyero agricultor ya estaba con su buey Sansón, un arado y una ayudante preparando la tierra para un parto verde. Una y otra vez trabajaba haciendo las eras para sembrar las legumbres… ida y vuelta… una y otra vez.

Busqué el mejor lugar y ángulo para hacer clic, clic y tomar lindas fotografías.

En una de sus tantas idas y vueltas con el arado y buey el boyero me dijo: “Alejandro, venga y trabaja un ratito llevando el arado y se hace unas dos o tres eras ¿Se anima?”

Caminé hasta donde estaba el agricultor y le entré al reto… manos en el arado, Sansón por delante y el ayudante al frente. La verdad, pensé que era más fácil de la cuenta pero cuando terminé la primera era de unos 75 metros ya estaba sudando y sentía la faena pesada. Al regresar al punto de partida el boyero se me acercó y me dijo:

“Alejandro, así no funciona esto, usted está tratando de poner la fuerza y llevar el arado. No puede, el arado es muy pesado, para eso está el buey, Sansón es el encargado de poner la fuerza, a usted lo que le corresponde es darle la dirección al arado para que la era quede del mismo ancho y con la profundidad adecuada… enfóquese en dar dirección”.

Una lección de liderazgo en menos de diez minutos y con tan solo 65 palabras. Después del consejo las dos eras siguientes quedaron mucho más parejas. Logré entender que Sansón ponía la fuerza y yo la dirección.

Enumero otras lecciones de aquel día:

1 De lejos todo parece más fácil.
2 Antes de emprender algo nuevo, pregunte.
3 Haga una valoración de los recursos… arado, buey, tierra, etc.
4 Identifique bien su rol, no desperdicie energía.
5 Preguntarse qué factores le permitirán alcanzar el objetivo.
6 No perder enfoque.
7 Escuche el consejo y póngalo en práctica.
8 Todos los días hay oportunidad de aprender algo nuevo.
9 No todo es pura fuerza.
10 Lo más importante es mantener la dirección.

Otro día les cuento más.

Saludos.

Gente-diverGente los invita a disfrutar, en el siguiente video, de una de las tantas melodías que interpretan las ruedas de las carretas sobre el asfalto: