Hay compañías que se especializan en solucionar de una forma más eficiente algún costo de transacción u operativo para las demás empresas

Jorge A. Rodríguez Soto

En efecto, por extraño que suene, la mega-tendencia en negocios y mercados está en vender costos. Lo primero por hacer es aclarar un poco los conceptos, y la idea será más clara.

Cuando se habla de costos en sentido económico no se piensa necesariamente en una factura o pago. El sentido económico de la palabra costo es amplio. Se usa para hablar de costos operativos, que son algo como las nociones comunes.

También se utiliza al tratar costos de oportunidad, que, en términos sencillos, son las opciones que no se eligen, es la oportunidad a la que se renuncia. Por ejemplo, el costo de oportunidad de ir a la derecha es no ir a la izquierda.

El concepto busca ilustrar que los límites que tenemos para hacer todo nos obligan a renunciar a ciertas opciones para materializar otras.

Pero los costos a que se refiere el encabezado son otros. Desde el siglo pasado, en particular con la publicación de un ensayo de R. Coase (premio Nobel de economía), se habla cada vez más de costos de transacción. Estos son los costes asociados con el realizar transacciones adecuadamente.

Un caso clásico es la información, por ejemplo, al comprar un vehículo, conocer sus especificaciones y poder checar su estado antes de comprarlo requiere esfuerzo y aprendizaje, sin mencionar el trabajo de buscar un vendedor que tenga el auto que deseamos, esos son costos.

Luego de ello queda el problema de la confianza, cómo podemos saber que la persona que nos vende nos dice la verdad sobre la calidad o funcionamiento, nada nos lo garantiza. La solución sería ofrecer una garantía o descuento, pero ello es un costo para el vendedor.

No son costos en sentido financiero, sino en sentido económico. Cuesta trabajo recabar información y conocimiento, alternativamente, cuesta dinero contratar a un experto que los tenga, y hay riesgo de que nos mienta.


Otro costo similar es de coordinación. Coordinar una actividad requiere trabajo, tiempo y esfuerzo, son costes económicos. Esto aplica en la estructura organizacional de una empresa trasnacional o la organización de un paseo familiar, son costos que aparecen en cualquier tipo de organización.

Conociendo el sentido económico de los costes, el título es claro. Si se analizan las propuestas de valor de los más grandes negocios actuales, se encuentra un patrón: venden costos. Ese es el factor común a los nuevos gigantes en el mundo de los negocios. No necesariamente están en un solo sector.

Se especula sobre si las tecnologías son la clave, o el medio en que se desarrollen, se ha habla del digital. El verdadero secreto es que se trata de negocios que se especializan en solucionar de una forma más eficiente algún costo de transacción u operativo para las demás empresas.

Por ejemplo, Amazon o Alibaba conectan vendedores y compradores, reduciendo los costos de buscar un vendedor, y para el vendedor de colocar su producto; de paso, dan garantías que solucionan el asunto de la confianza.

Otro ejemplo, son las compañías que venden servicios financieros, corporativos o de desarrollo de software. Estas reducen costos de coordinación, suele ser más barato para una empresa contratar servicios que organizar un departamento interno.

Además, reducen los costos de contratación, elegir un abogado, contador o desarrollador es un trabajo azaroso, y contratar a la persona incorrecta tiene consecuencias enormes. En cambio, elegir una firma externa especializada da tranquilidad sobre las capacidades y experiencia de sus funcionarios.

Este patrón se repite en las empresas que han triunfado recientemente. A tal punto que parece ser la mega-tendencia latente del mundo de los negocios actual: reducir los costos para los demás, hacer los mismos procesos de manera más eficiente y vender estos servicios.

En fin, agilizar el funcionamiento del sector. Al considerar embarcarse en un nuevo emprendimiento este sería un buen comienzo.

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Jorge A. Rodríguez Soto
Investigador científico, economista y escritor independiente
jorgeandresrodriguezsoto@gmail.com