38 fotografías de la procesión de Viernes Santo ayudaron a evocar, una vez más, un timbre, un tono, que se hace eco desde hace 50 años

Fotografías: Marco Monge
Texto: José David Guevara Muñoz

Don Benjamín Saavedra fue uno de los tantos nicaragüenses que emigraron a Costa Rica luego del terremoto que destruyó Managua el sábado 23 de diciembre de 1972. Hace 50 años.

Llegó a nuestro país en compañía de su numerosa familia y su primer domicilio tuvo lugar en San Pedro de Montes de Oca, cerca de la Universidad de Costa Rica.

Por ende, cerca también de la línea del tren que en aquellos años unía a San José con puerto Limón.

Cada vez que ese ferrocarril pasaba al costado sur de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Brenes, la esposa de don Benjamín -cuyo nombre no recuerdo- entraba en pánico pues el ruido y las vibraciones que producía la pesada máquina la hacía evocar el terremoto aún fresco en su memoria.

Don Benjamín se apresuraba a tranquilizarla con su voz de locutor ecuánime y sereno. Él no se dedicaba a la locución, pero tenía sobradas condiciones para hacerlo. Poseía un timbre grave y claro, además de una exquisita dicción.

Esas características lo convirtieron pronto en la persona encargada de leer, cada Semana Santa, los pasajes bíblicos que relatan la última semana del ministerio público de Jesús: desde su entrada en Jerusalén hasta su muerte y resurrección.

Don Benjamín era la voz oficial de la Semana Mayor en la iglesia. Daba gusto escuchar sus lecturas serenas y moduladas.

Hace ya bastantes años que perdí de vista a ese señor a quien lamentablemente nunca se me ocurrió pedirle que leyera algunos poemas de su coterráneo Rubén Darío, pero el dedo de mi memoria pulsa algún botón en mi mente cada vez que veo imágenes tradicionales de esta celebración religiosa y aquella lejana voz vuelve a sonar en mi cabeza.

Es justo lo que sucedió ayer cuando vi las siguientes 38 fotografías que me envió Marco Monge (un fotoperiodista con abundante huella en esta página), las cuales tomó durante la procesión de Viernes Santo.

Volví a escuchar la voz de don Benjamín Saavedra.

Es posible que para usted la Semana Santa tenga otra voz, un timbre que quizá escuche de nuevo al recorrer esta procesión gráfica.

Don Benjamín tenía una voz de locutor ecuánime y sereno.

Daba gusto escuchar las lecturas bíblicas de aquel nicaragüense.

Aquella lejana voz volvió a sonar ayer en mi cabeza.

Dos recomendaciones:
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Marco Monge es fotoperiodista.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente