La interrogante no es sarcástica, irónica, mordaz, socarrona ni maligna. No tiene dobles intenciones

José David Guevara Muñoz

La pregunta es honesta. La planteo como un ciudadano que ejerce el sagrado derecho a interrogar y cuestionar en su sano interés por tratar de entender qué está pasando y contar con piezas que le permitan armar aunque sea fragmentos del complejo rompecabezas de la realidad.

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

Me lo pregunto en momentos en que una expresidenta de la República renuncia a la agrupación que la llevó a gobernar el país hace 12 años, por considerar -entre otras razones, que esa organización histórica no ha reaccionado como debería hacerlo después de tres derrotas electorales consecutivas.

Se trata de la estructura que ha ganado en 9 de los 18 comicios realizados en Costa Rica desde 1953. Tras cada uno de los traspiés que ha experimentado en 2014, 2018 y 2022, se encienden las luces de alarma en esas filas, pero se apagan pronto y los ciudadanos nos quedamos esperando las reformas, renovaciones y rectificaciones serias.

Las aspirinas le ganan al bisturí…

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

Es la interrogante que revolotea como abejón de mayo en mi cabeza cuando recién el país eligió como Mandatario a un candidato que regresó a Costa Rica en el 2019, tras una carrera de 27 años como economista del Banco Mundial en más de 45 naciones, y utilizó como tienda política una entidad en cuya fundación -en el 2018- él no tuvo ninguna participación.

Dicha agrupación fue creada por Luz Mary Alpízar Loaiza y los principios políticos enunciados en su página web comienzan así: “Respetamos la división tripartita y la institucionalidad que de ella deviene”.

Una obra en construcción…

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

Se trata de una cuestión que no deja de inquietarme luego de que la organización que protagonizó la ruptura histórica del bipartidismo en nuestro país, y que triunfó en dos votaciones presidenciales consecutivas, obtuvo apenas 13.803 votos en la primera ronda electoral del pasado 6 de febrero.

Esa estructura, fundada el 3 de diciembre del 2000 por los exliberacionistas Ottón Solís Fallas, Margarita Penón Góngora y Alberto Cañas Escalante, no logró elegir ni un solo diputado después de haber contado con bancadas legislativas integradas por 14 (2002-2006), 17 (2006-2010), 11 (2010-2014), 13 (2014-2018) y 10 (2018-2022) de un total de 57 congresistas.

Cosechó muchísimas más deudas que votos…

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

¿Cómo no plantearme esta pregunta después de una reciente primera ronda electoral en la que cada uno de los 2.124.088 ciudadanos que acudimos a las urnas recibimos una papeleta con 25 candidatos a la presidencia de la República; ¡todo un récord en nuestro país!

Seis partidos cosecharon el 92,46% de los sufragios válidos emitidos el 6 de febrero anterior, en tanto que cada una de las restantes 19 agrupaciones no obtuvo ni tan siquiera un 1% de los votos.

Más candelas que queque…

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

Le doy vueltas a este asunto ahora que un proyecto de ley -presentado por un diputado del PLN- busca reformar la Constitución Política para que la presidencia de la República no se gane más con al menos el 40% de los votos emitidos de manera válida, sino con el 20%.

Dizque para ahorrarle al país el millonario financiamiento de una segunda ronda electoral, situación que se ha presentado en los comicios del 2002, 2014, 2018 y 2022.

¿Economizar recursos o ahorrarse el esfuerzo de repensar el sentido de las agrupaciones políticas?

¿Qué sentido tienen los partidos políticos hoy?

Como dije al inicio: La pregunta es honesta. No es sarcástica, irónica, mordaz, socarrona ni maligna. No tiene dobles intenciones.

Se trata de una cuestión planteada por un ciudadano costarricense que cree en la importancia de las organizaciones políticas serias (no fugaces ni oportunistas) dentro del ajedrez político democrático.

Me gustaría leer respuestas sustentadas y constructivas.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista

Asesor en comunicación