Este artículo brinda 5 recomendaciones puntuales sobre cómo puede una persona desarrollar y fomentar una mentalidad de crecimiento durante su vida

André Díaz Rojas

Al enfrentar cambios en la vida, aparecen preguntas en una gran parte de las personas: ¿Tendré las cualificaciones para asumir un nuevo desafío? ¿Podré asumir el compromiso? ¿Soy competente para afrontar los retos?

Con estas interrogantes en la mente y la actual crisis pandémica mundial, es evidente que las personas han cursado en algún momento con dos tipos de mentalidades: la mentalidad de crisis (de crecimiento o flexible en adelante), que busca soluciones a los problemas y, por el contrario, la mentalidad fija (o estática) que se estaciona en el problema como un círculo vicioso sin fin en donde no se visualizan soluciones aparentes.

Una mentalidad de crecimiento activa la intuición en las personas para la toma de decisiones de una forma más certera. Por ejemplo, los autores Yin Shi y Hong Li de la universidad de Tsinghua en Beijing, China, comentan que el pensamiento flexible está relacionado con la puesta en marcha de las llamadas habilidades blandas (que son habilidades sociales, de comunicación, de personalidad, actitudinales y emocionales que permiten a una persona fluir en su entorno). Las investigadoras estadounidenses Neja John-Henderson y Claudia Mueller dicen que esta mentalidad de crecimiento o flexible se caracteriza por la creencia de que un atributo puede ser cambiado por comportamientos y acciones.

Por otro lado, la mentalidad fija, causa recesión en las habilidades blandas del ser humano. Las investigadoras mencionadas afirman que la mentalidad fija se caracteriza por la creencia de que ciertos atributos no son modificables.

El pensamiento dinámico, de crecimiento o flexible, triangula con la resiliencia, que es la capacidad de superar las adversidades que se presentan. El desarrollo de esta y otras habilidades blandas en las personas es necesario para el fortalecimiento del pensamiento positivo, flexible, perseverante y por consiguiente resiliente si se desea afrontar los retos y desafíos actuales.

El escritor costarricense Dr. Jesús Morgan Asch piensa que una persona que es resiliente es dueña de sus emociones y domina en gran medida sus reacciones y las encausa a la solución de la problemática, en lugar de desgastarse en una reacción emocional.

Pero considerar que la resiliencia es atribuible solo a un rasgo de personalidad, como algunos autores refieren, es erróneo.

La resiliencia es un compendio de factores y experiencias que tiene una persona que le motivan a formar su mentalidad de crecimiento y a explorar nuevas opciones que le permitan dar solución a los problemas. Por tanto, en el crecimiento humano constante, se debe transitar de lo estático a lo dinámico en las experiencias de vida, fomentando mentalidad de crecimiento para lograr el éxito futuro.

Considerando esto, ¿cómo puede una persona desarrollar y fomentar una mentalidad de crecimiento durante su vida? A continuación, se presentan algunas recomendaciones:

  1. Fomentar la confianza, a través de la creación de mensajes positivos que sean una fuente de afirmación regular y de fortaleza emocional.
  2. Aprender del fracaso, es importante, aprender y celebrar también los momentos de fracaso porque éstos permiten crecer y salir adelante.
  3. Superar la apatía, aprendiendo a dar pasos pequeños y firmes, que permitan ir sumando día a día al logro de los objetivos.
  4. No desistir. Aunque la cuesta se visualice inclinada y los objetivos a largo plazo.
  5. Autopremiarse, reconociendo cada logro, cada tarea realizada, cada aprendizaje adquirido y también cada fracaso experimentado.

La mentalidad de crecimiento debe ser equivalente a como la tierra gira alrededor del sol y en espiral por la vía láctea: dinámica, flexible y evolucionada.

André Díaz Rojas es un profesional con formación académica en el campo de la farmacia y la administración. Cuenta con más de 10 años de experiencia en el sector farmacéutico, administrativo y docente. Actualmente se desempeña como Gestor de Trabajo Comunal Universitario en la Universidad Castro Carazo.