Pensar, por ejemplo, que quizá es hora de dejar entrar una vez más la luz de nuevas ideas, permitir que otras formas de ver y analizar el mundo iluminen las habitaciones de mi mente.

Considerar la posibilidad de observar la realidad con mirada fresca y honesta, contemplarla con atención, reparar en detalles que a lo mejor estoy pasando por alto desde mis cuatro paredes.

Revisar si tengo actitudes negativas oxidadas en las bisagras, prejuicios con los que he tejido telarañas en los picaportes o sesgos que se han convertido en capas de polvo que me impiden abrirme y dejar correr la brisa de la autocrítica y la introspección.

Examinar si estoy empotrado en piedra y eso me ha vuelto rígido e inflexible.

Reflexionar en torno a mi reacción ante los cambios en aras de descubrir si procuro entenderlos o, por el contrario, me apresuro a podarlos o tratar de arrancarlos de raíz para que se sequen. Preguntarme si soy plaga o abono.

Meditar, respirar profundo, en aras de detectar algún olor a humedad, moho, corrosión u hongo en mi forma de razonar y que requiera la pronta apertura de algunas hojas que limpien y refresquen.

Sopesar la posibilidad de deshacerme de cargas innecesarias: vanidades que estorban, egos que obstruyen, arrogancias que hacen bulto. Es importante recuperar mis espacios, despejar rincones, sentirme a gusto.

Interrogarme con crudeza y responderme con sinceridad cuán claro estoy viendo el entorno, qué tan nítido aprecio lo que está fuera de mí y si tengo verdadero interés en observar no lo que yo quiero, sino lo que es. Admirar sin manipular ni acomodar.

Vital hoy día: estimar si debo ser una ventana completamente abierta (exhibir toda mi vida) o si debo velar más por mi intimidad, ser más reservado, defender la discreción, preservar algunos misterios.

Rumiar si acaso soy una ventana que vive en el pasado.

Analizar si soy una persona de ventanas estrechas.

Explorar cuán abierto o cerrado soy ante personas que opinan diferente.

Hay ventanas que me invitan a pensar. Otro día hablaremos de puertas…

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista con 35 años de experiencia
Asesor en comunicación