Un ciudadano costarricense comparte 11 temas de la vida nacional de que le preocupan y causan desazón

Helam Josué Rodríguez Ramírez

Hay cuestionamientos en torno a la política que me ocupan y otros que me preocupan…

Muchos hemos escuchado de la corrupción en distintos gobiernos costarricenses, en cambio, otros la hemos sufrido. En lo personal, fui objeto de la corruptela en mis 20’s cuando me contrataron en una empresa del Estado y luego me di cuenta de que no me habían empleado por mis aptitudes, sino por “patas”, conocidos de mi finado padre; me sentí realmente ofendido y, por supuesto, rechacé la “oferta laboral”.

No tengo una afinidad especial por ninguno de los expresidentes de Costa Rica; así ha ocurrido desde que, a partir de los 7 años de edad, he seguido el hilo de la madeja política, porque en la mesa de mi hogar siempre estuvo presente La Nación, periódico del que mis mayores recuerdos son las primeras páginas con temas políticos.

La estrategia del “volvamos a la tierra”, del expresidente Luis Alberto Monge Álvarez, y el DR-CAFTA (tratado de libre comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos) durante la presidencia del doctor Óscar Arias Sánchez, fueron los hechos que más llamaron mi atención hasta finales del 2021.

No obstante ello, el señor Rodrigo Chaves Robles merece impresión aparte, porque honestamente creo que quiere acabar con la corrupción. Desde el pasado 8 de mayo y al día de hoy, se han destapado más cuestionamientos y sobornos que en lo que alcanzo a recordar en mis cuarenta y tres años.

Entonces, ¿qué me inquieta?

Primero. El peculiar pavor que un sector significativo de la prensa tiene al escuchar, ver y sentir la presencia de Chaves Robles.

Segundo. La sencillez de los requerimientos recién publicados para formar parte de la reservas de la Fuerza Pública.

Tercero. La participación de las asociaciones de desarrollo en convenios y contratos para el mantenimiento vial en las comunidades. Al menos en mi criterio, esto requiere especial cuidado en función de las necesidades específicas de cada localidad, pero, principalmente, por la puerta que podría quedar abierta para posibles actos de cohecho.

“Me encantaría escuchar preguntas disidentes de reporteros de investigación valientes”.

Cuarto. Me angustian las declaraciones del Sindicato Nacional de Médicos Especialistas en aras de orientarse únicamente en sus necesidades y no en el enfoque de fondo, porque la Ley de Incentivos a los Profesionales en Ciencias Médicas, creada en los 80’s, ya de por sí cumplió su cometido hace algunas décadas.

Quinto. Me inquieta que los periodistas hagan preguntas sin profundidad; en cambio, me encantaría escuchar preguntas disidentes de reporteros de investigación valientes como el difunto señor Lafitte Fernández Rojas y la no menos conocida señora Giannina Segnini Picado.

Sexto. Me preocupa que políticos tradicionales de la casta cafetalera y económica en general no asuman maduramente su responsabilidad.

Sétimo. Me preocupa que los costarricenses, en su mayoría, no crean en el Poder Judicial.

Octavo. No me ofusca que alguna opinión en particular se ridiculice, pero lo que me impacienta es el ataque personal que se adopta.

Noveno. Hay que investigar a fondo los cuestionamientos de asalto político en contra del reconocido periodista mexicano Alberto Padilla, porque los costarricenses debemos proteger la libertad como principio inalienable del ser humano.

Décimo. ¿Por qué El Financiero perdió su norte (finanzas, negocios y economía)? Más preocupante aún, que la credibilidad de La Nación toque niveles ridículamente bajos. No menos importante, la edición falaz del señor Armando González Rodicio y Ronald Matute Charpentier, por citar un par de periodistas, que confunden consciente o inconscientemente libertad de expresión con coacción a la libertad de tránsito del cuerpo de bomberos y ambulancias, en vez de atender el problema de fondo y dejar que Parque Viva resuelva solito su problema.

Undécimo. Finalmente, no concibo que los medios de comunicación que antaño gozaron de credibilidad no acepten que los lectores investigamos… son nuevos tiempos y creemos si la columna de opinión se soporta con respaldo documental. En este sentido, interpreto que hay un grupo de noticieros que apoyan una línea editorial de clase oligárquica y conservadora.

Todo esto me preocupa.

Helam Josué Rodríguez Ramírez. Contador Público Autorizado, auditor, asesor fiscal y auditor de precios de transferencia. Despacho R. Artavia & Asociados, S.A.P.