Treinta citas literarias que invitan a reflexionar en torno a la seductora capacidad de mandar, dirigir y dominar, no solo en la esfera política, sino también en cualquier espacio de la vida diaria

Gracias al consabido menú televisivo de cada Semana Santa, el sábado pasado vi una vez más la película 𝐂𝐥𝐞𝐨𝐩𝐚𝐭𝐫𝐚, estrenada el 12 de junio de 1963 y protagonizada por 𝐄𝐥𝐢𝐳𝐚𝐛𝐞𝐭𝐡 𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 y 𝐑𝐢𝐜𝐡𝐚𝐫𝐝 𝐁𝐮𝐫𝐭𝐨𝐧 (en el papel del gobernador romano Marco Antonio).

Con esta producción me sucede lo mismo que con los tres filmes de la saga 𝐄𝐥 𝐩𝐚𝐝𝐫𝐢𝐧𝐨, basadas en la célebre novela del escritor Mario Puzo y dirigidas por Francis Ford Coppola entre 1972 y 1990: me embarga la sensación de que son más que nada una lección de política, una clase sobre el manejo de los hilos del poder.

No podría ser de otra manera, pues Cleopatra VII Thea Filopátor (69 a. C. a 31 a. C.) ​ fue la última gobernante de la dinastía ptolemaica de Egipto, aunque nominalmente le sucedió como faraón su hijo Cesarión.​ Además, fue diplomática, comandante naval, lingüista​, escritora de tratados médicos y ¡hechicera!, según algunos historiadores.

Comparto aquí treinta citas sugestivas del libro 𝘼𝙣𝙩𝙤𝙣𝙞𝙤 𝙮 𝘾𝙡𝙚𝙤𝙥𝙖𝙩𝙧𝙖, de la australiana Colleen McCullough​​ (1937-2015), publicado en el 2007 y que leí con deleite entre octubre del 2019 y enero del 2020, las cuales invitan a reflexionar en torno al poder en general, no solo el político, sino el que mueve sus hilos en toda esfera de la vida diaria.

“… se concentraba en lo que hacía mejor, y esto era aconsejar a sus superiores de una forma tan sutil que llegaban a creer que las ideas eran verdaderamente suyas”.

“… cada uno de ellos era un rastrero, un lameculos, y sabía exactamente cómo capturar al más grande de los peces: Marco Antonio, tan susceptible a las alabanzas y los halagos”.

“… su vanagloria acabó con él. Comenzó a creerse su propia propaganda”.

“… entrenada desde casi su nacimiento a no mostrar sus emociones”.

“Ver primero al enemigo era una gran ventaja; servir con César se lo había enseñado”.

“Sí, Alejandro Magno había conquistado más, pero a su muerte sus conquistas se habían evaporado como humo en el cielo; sin embargo, los romanos conquistaban un poco aquí y un poco allá, pero daban lo que conquistaban a una idea llamada Roma”.

“Los monarcas no se casan por la gratificación del ser, se casan para beneficio de sus reinos y para salvaguardar la dinastía”.

“¡Típico de él! Como siempre, al bueno de Ático le gusta tener un pie en cada bando”.

“Ante aquellos cuatro hombres -y sólo ante ellos-, Octavio daba voz a sus pensamientos; aunque no a todos sus pensamientos”.

“Gratitud tenía poca, lealtad ninguna”.

“Como Ulises, tengo espías en todas partes”.

“Oh, es valiente, pero comandar ejércitos no requiere bravura. Es más un ejercicio intelectual, un arte, un talento”.

“… no necesito decirte lo volátiles que son los galos melenudos y lo rápidos que son para oler a un gobernador titubeante”.

“Es tiempo de hablar con franqueza, y a los grandes hombres no les gusta la franqueza”.

“Las esposas que saben cómo gratificar a un hombre son sospechosas”.

“Mandaré a mis agentes a que inicien otra campaña de rumores”.

“… recuerda tus limitaciones”.

“Hay algo que no está bien cuando los hombres como Antonio consideran la propiedad del Estado como su propiedad privada”.

“Herodes consiguió parecer humilde y apocado, una hazaña de no poca importancia”.

“Una carrera pública está abierta a la crítica desde todos los flancos”.

“La crisis no se había superado, pero al menos se había aminorado”.

“… ellos lo han hecho un dios, y los dioses no toman decisiones equivocadas”.

“Él se vino abajo y lloró, siempre una buena herramienta política”.

“Es hora de ponerse a negociar”.

“La mayoría había estado esperando ese discurso, pero a nadie le gustó escucharlo”.

“Pero aquello que tú y yo sabemos que es la verdad no es obvio para los demás”.

“Haz las cosas poco a poco, por favor. Habla mucho antes de actuar; las personas deben ser preparadas cuidadosamente para un cambio para que no sientan como si se les hubiese impuesto sin aviso”.

“Siempre debes estar por encima de la venganza, César”.

“La guerra es la más inútil de las actividades humanas, un desperdicio de vidas y dinero”.

“No sirve de nada discutir, y mucho menos de manera agresiva”.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista con 35 años de experiencia
Asesor en comunicación