Estoy seguro de que todos tenemos al menos una buena historia que contar en materia de excelente servicio al cliente.

Todos hemos recibido, en uno u otro momento, una atención que nos ha hecho sentirnos valorados, satisfechos y agradecidos.

Se trata de experiencias en las que pensamos que ha valido la pena invertir tiempo, dinero y confianza en la adquisición de un bien o servicio.

Es en esos casos que dejamos de ser simples compradores y nos convertimos en consumidores leales de un determinado negocio, marca o institución.

No solo eso. Además premiamos el ejemplar trato recibido con un boca a boca justo y favorable.

Yo, por ejemplo, he tenido excelentes experiencias en Auto Mercado, Librería Internacional, Starbucks, Ferretería EPA, Lehmann, Yamuni, Cafetería El Tostador, Joyería Cavallini, BAC Credomatic, Banco Nacional de Costa Rica, iCon, iShop, FarmaValue y Office Depot, tan solo para mencionar algunos casos.

Compartir estas experiencias tiene varios beneficios.

Primero, nos enteramos de empresas donde los clientes reciben un servicio de calidad.

Segundo, conocemos buenas prácticas que sin duda nos gustaría disfrutar.

Tercero, apoyar a quienes nos brindan una excelente atención -máxime en estos tiempos- es, por decirlo así, el recurso con que contamos los consumidores para ejercer el “voto” en las “urnas” comerciales.

Cuarto, contamos con más y mejor información para hacer valer nuestros derechos al adquirir bienes o servicios.

Quinto, nos queda la satisfacción de no haber sido mezquinos con quien nos brindó una buena experiencia.

L@ invito a compartir una buena historia en el espacio para comentar esta nota.

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista independiente