Conocí a Anabel González a principios de los años 90 y desde entonces hasta la fecha hemos mantenido una relación profesional y respetuosa; ella como figura pública y fuente informativa en materia de comercio internacional, inversiones y competitividad, y yo como periodista de temas económicos y políticos.

La he entrevistado o consultado como Directora General de Comercio Exterior (1991-1997), viceministra de Comercio Exterior (Comex: 1998-2001), Directora General de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde: 2001-2002), jefa de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (Cafta-RD: 2002-2004), Directora de la División de Agricultura y Commodities, de la Organización Mundial del Comercio (2006-2009), jerarca de Comex (2010-2014) y Directora Senior de la Práctica Global sobre Comercio y Competitividad, del Banco Mundial (2014 hasta hoy).

Por lo tanto, escribo estas líneas con base en una experiencia ética y cortés de casi treinta años. Eso que llaman conocimiento de causa.

No siempre he compartido las posiciones y visiones de quien hoy fue anunciada como uno de los cuatro directores generales adjuntos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero ello no desmerece en modo alguno la admiración que siento por ocho virtudes que -en mi opinión- la caracterizan. Se trata de cualidades que están muy por encima de cualquier asomo de mezquindad.

  1. Inteligente. Es una de las figuras públicas más brillantes que he conocido personalmente, entendiendo por esto perspicaz, ingeniosa, hábil, astuta, intuitiva y prudente.
  2. Ejecutiva. Trabaja para ejecutar, realizar, concretar, coronar, hacer posible. No es de las personas que asumen un puesto para calentar la silla o simplemente figurar.
  3. Comprometida. Da mucho más de lo que demanda su cargo pues se enfoca de manera tesonera en buscar soluciones, sopesar posibilidades, desenmarañar madejas técnicas o burocráticas y afrontar desafíos (no le gustan las tareas fáciles). Se distingue por cosechar logros, no por sembrar excusas ni abonar chivos expiatorios. Devota de la excelencia más que del perfeccionismo.
  4. Estudiosa. Conoce y domina la materia o temas que tiene a cargo, pues los investiga de manera rigurosa, analiza a profundidad y se mantiene actualizada. No hay hilos sueltos en su gestión.
  5. Firme. Defiende sus posiciones con argumentos y valentía (entre ellas, un modelo de apertura económica que promueva la competencia y no las barreras proteccionistas). Tiene claro que no está concursando en un certamen de simpatía en el que hay que tratar de quedar bien con todos, sino en la difícil tarea de gobernar. Evidencia de esto el coraje con que enfrentó diversos ataques personales durante la controversial negociación del Cafta-RD.
  6. Directa. Es decir, frontal. No es dada a los eufemismos, los rodeos o andarse por las ramas. Por ende, quienes se sientan a la mesa de negociaciones con ella, tienen claro lo que piensa su contraparte aunque les produzca escozor.
  7. Trayectoria limpia. ¿Polémica debido a sus convicciones?, claro que sí; ¿controversial debido a sus posiciones y visión de desarrollo?, por supuesto. Pero con ella sabemos a qué atenernos y, muy importante, se trata de una persona con ética.
  8. Sentido de oportunidad. Cuando está inmersa en un tema vital y candente en el ámbito nacional, invierte tiempo para contestar -incluso estando fuera del país o en horas de la madrugada- los correos electrónicos con consultas (ojalá puntuales, pues no le gustan las preguntas generales) de la prensa. Parte de su estrategia con los reporteros es brindar a tiempo información de interés público; no forma parte de los funcionarios que buscan congraciarse o pasarse de amistosos o confianzudos con los periodistas, Anabel González sabe guardar la distancia.

Ojalá en este país contáramos con más figuras públicas de esta talla.

Lea aquí el artículo que publicamos ayer sobre otra mujer costarricense que escala posiciones de liderazgo, “Silvia Hernández Sánchez: una mujer que abre puertas”: https://gente-divergente.com/silvia-hernandez-una-mujer-que-abre-puertas/

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Periodista independiente