“Nunca busco un tronco para tallar la escultura que tengo en mente. Dejo que sea la rama quien me sugiera la figura que tengo que esculpir”.

Esas palabras me las dijo hace más de veinte años un talentoso escultor del distrito de Orosí, provincia de Cartago, cuya materia prima eran los trozos de árboles y arbustos que los ríos Macho, Palomo, Purisil o Cuencí arrastraban y dejaban en alguna orilla.

Algo similar manifestó, años después, una joven artesana que conocí en una feria de fin de semana realizada en el campus de la Universidad de Costa Rica en San Pedro de Montes de Oca.

Esa muchacha recogía piedras, las llevaba a su taller y una vez allí las observaba atentamente, esperando que las formas de esos minerales le hablaran y le indicaran cuáles figuras podía pintar en sus duras superficies.

Su arte, esa capacidad de ver más allá de la primera impresión, me sedujo y le compré un pasito elaborado con ocho piezas recolectadas en caminos, líneas ferroviarias y cauces.

En una pintó al niño Jesús durmiendo y en otra, a una vaca echada. A José, María y el burro los armó con dos piedras cada uno. Me refiero al nacimiento cuya foto acompaña a esta nota.

Cada vez que veo esa réplica de la primera Nochebuena y el rostro de Jesús tallado en madera de Nazareno que le compré al escultor de Orosí, pienso en la capacidad que poseemos las personas de ver más allá de lo que simple y sencillamente tenemos ante nuestros ojos.

Se trata de una aptitud, competencia y facultad que definitivamente hay que cultivar, abonar y regar si queremos que dé buena y abundante cosecha.

Es ese don o talento que caracteriza a quienes son capaces de ver oportunidades donde otros aprecian crisis; negocios, donde otros ven obstáculos, y posibilidades de crecimiento y desarrollo donde hay quienes solo alcanzar a mirar fracasos.

¿Qué vemos en las ramas y en los troncos? ¿Qué distinguimos en las piedras? ¿Qué logramos apreciar más allá de lo superficial o aparente que hay en nuestro entorno cotidiano?

El arte de ver el potencial…

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente
Exdirector de El Financiero
Consultor en Comunicación