Una serie de 16 fotos del Viacrucis recreado el lunes pasado despertó el recuerdo de una tía abuela a la que no le gustaba ver cómo maltrataron a Jesucristo antes de que muriera en la cruz

Fotografías: Marco Monge
Texto: José David Guevara Muñoz

La escena que voy a narrarles tuvo lugar en una de las viejas casonas de la céntrica Calle Real, en Liberia, Guanacaste…

Era una casa vieja, de techo alto, enormes ventanales, cuartos amplios, pisos de cemento lujado, mosaicos hermosos y madera reluciente, columnas de árboles de la provincia y una amplia cocina equipada con un horno de barro.

Sin duda alguna, la residencia más grande en que vivimos David, Elizabeth y sus cuatro hijos. Tan grande que en temporadas de vacaciones se convertía en hotel de amigos y parientes.

De hecho, en una de las columnas de madera del comedor -un espacio en el que la brisa de la pampa corría libre- había una pegatina de un negocio que había operado hacías muchos años en la casona: Hotel Nuevo México.

Recuerdo aquella Semana Santa en la que, entre otros familiares muy queridos, llegó tía Meca, como llamábamos a América Arguedas, una tía abuela por parte de nuestro papá.

Durante los días de aquella Semana Mayor íbamos de paseo a ríos, fincas, cataratas y playas, y por las noches nos sentábamos frente a un televisor en blanco y negro, a ver las tradicionales películas de la época.

Así lo hacíamos todos menos tía Meca, quien en cuanto iba a iniciar la película se ponía de pie, nos deseaba las buenas noches y se retiraba a su habitación inmediatamente después de decir: “No puedo ver esas películas, no me gusta ver cómo maltratan al Señor Jesús”.

El resto nos quedábamos viendo Quo Vadis, Ben-Hur, Los diez mandamientos, Sansón y Dalila, Marcelino pan y vino, y otras producciones que muchos ya nos sabemos de memoria.

Una vez más las fotografías de Marco Monge alborotaron mi panal de los recuerdos. Esta vez evoqué a tía Meca mientras disfrutaba de la calidad de una serie de 16 imágenes captadas durante la procesión nocturna del Santo Viacrucis que se realizó el lunes pasado por la noche en San José, entre el Mercado Borbón y el Mercado de Artesanía.

Eso tienen las fotos de ese fotoperiodista: nunca nos dejan pasivos, siempre nos despiertan ideas, reflexiones, acciones o recuerdos. Si no que lo digan las siguientes fotos:

Marco Monge es fotoperiodista

José David Guevara Muñoz
Editor de Gente-diverGente