“Me preocupa que nuestra competitividad de antaño se está perdiendo… la globalización ya nos alcanzó, y nos estamos volviendo obsoletos para el mercado”, expresa la autora de este artículo, directora del Centro de Idiomas de la Universidad Castro Carazo

Liana Rojas Binda

¿Conocen ustedes, queridos lectores y lectoras, esa frase popular? Pues yo sí tengo problema con el inglés. Varios, para ser honesta. Y a continuación se los comparto.

En el 2021,  me referí en este medio al ranking internacional de Education First (EF), uno de los puntos de referencia para “medir” el nivel de inglés en un país. Hoy retomo el tema y añado algunos otros criterios.

EF, empresa sueca de intercambios para aprender inglés, recopila datos entre aquellas personas que toman su prueba de ubicación en línea, y formula el English Proficiency Index (EPI) –Indice de competencia, en inglés.

En el 2020 más de  2.000.000 de personas, de 100 países, tomaron esta prueba. En ese año, según EF, Costa Rica ocupó el puesto 37 a nivel mundial, luego el puesto 30 (2021), y nuevamente el lugar 37 (2022). En las tres ocasiones, Argentina ocupó el primer lugar en el ranking de América Latina, seguida por Costa Rica en el segundo lugar.

En los tres reportes, Costa Rica alcanzó un “nivel moderado” de manejo del  inglés. EF detalla que en este nivel, las personas pueden “participar en una reunión en su área de experticia, comprender letras de canciones y escribir correos electrónicos profesionales sobre temas de su conocimiento”.

Además, EF correlaciona este rango con un B2 según el Marco Europeo de Referencia para las Lenguas. La franja B2, nivel Intermedio Alto, es la franja requerida por la mayoría de empresas transnacionales que operan en nuestro país.

Queridos lectores y queridas lectoras, ustedes me dirán que este resultado es positivo. Sin embargo, si el resultado fuera representativo de nuestra realidad nacional, y efectivamente el promedio del nivel nacional en inglés fuera un B2, el panorama de desempleo en el país sería distinto. Exploremos entonces lo que nos dicen otros parámetros.

En la página de CINDE, se indica textualmente que en exámenes TOEIC y TOEFL en América Latina, Costa Rica demuestra “Primera clase de inglés dominio” (sic) según ETS, 2018. ETS, Educational Testing Service, es una organización internacional que brinda servicios de evaluación de nivel de manejo del inglés, y  es propietaria de  varias pruebas estandarizadas de renombre mundial, entre ellas el TOEFL IBT (Test of English as a Foreign Language, Internet Based) y el TOEIC (Test of English for International Communication).

En el reporte global 2021 de TOEFL IBT, las personas costarricenses que tomaron el TOELF IBT obtuvieron un puntaje promedio de  93 (sobre un puntaje total de 120), el cual  ETS correlaciona con B2 en  el Marco Común Europeo. Esto indica una coincidencia con el resultado de EF del 2022, pero recordemos que generalmente quienes toman la prueba TOELF IBT son personas que desean estudiar en otro país – una población bastante reducida.

El TOEIC, por otra parte, se utiliza para  ingresar a algunos programas universitarios locales, graduarse de programas de idioma, competir por un empleo, u optar por una plaza de docencia en el inglés en el Ministerio de Educación, por ejemplo. Su costo implica una inversión financiera menor al TOEFL, y por esto es más accesible para una mayor cantidad de personas.

El reporte global de TOEIC 2021, indica que el puntaje promedio de Costa Rica en la prueba de Escucha y Lectura fue 729, que equivale a un B1 (casi B2 únicamente en la parte de escucha), ubicando a nuestro país con el resultado más alto en los países latinoamericanos que se incluyen en el ranking mundial de ese reporte. (Ninguno de estos dos reportes globales mencionados incluye a Argentina, lo que impide establecer alguna comparación con el resultado del EPI de EF).

Aunque la “realidad” presentada por CINDE en su página web coincide con el resultado de EF, ¿podríamos decir que alguno de los dos resultados es realmente representativo?  ¿No nos estaremos durmiendo en nuestros laureles, como dice el adagio popular, con este tipo de indicadores?

Valoremos entonces dos datos que se relacionan con sectores más amplios de nuestra población.  En primer lugar, la Encuesta Nacional de Hogares de INEC 2018, señala que en ese momento solamente un 10,2% de la población hablaba un segundo idioma (el  91.7% de respuesta se refería al inglés). Vale indicar que desde entonces, el INEC no ha liberado detalles actualizados en este apartado.

Otro parámetro digno de considerar es la Prueba de Dominio Lingüístico de la Universidad de Costa Rica, diseñada por solicitud del Ministerio de Educación. En su edición del 2021, 54% de los estudiantes de último año de secundaria obtuvo nivel A2, 7%, nivel  A1, y 36% se divide entre los niveles B1, B2 y C1.  

Se indicó con preocupación en ese momento, que la cantidad de personas ubicadas en el rango mínimo (A1) había aumentado con respecto a ediciones anteriores. En el reporte se hace la salvedad de que para los colegios bilingües la banda que representa su nivel de salida es B2.

Recapitulemos entonces: El EP de EF indica que “tenemos” un B2, TOEFL coindice, TOEIC indica que es un B1, y la UCR indica que la mayoría de nuestros jóvenes egresados de secundaria tienen un A2, aunque en el caso de colegios privados, es un B2.

Por supuesto, hablamos de muchas poblaciones diferentes. Hablamos también de muchas desigualdades, en donde una parte reducida de nuestra población supuestamente va a la vanguardia en América Latina, pero la otra parte ni siquiera cumple con un estándar para poder optar por un salario más alto que el promedio.    

El Informe del Estado de la Educación del 2022 traza rutas muy interesantes para poder cerrar estas brechas, pero la falta de coordinación entre los sectores involucrados (que son muchos) seguirán lanzándonos este tipo de resultados tan dispares, tan convenientes para algunos y tan inconvenientes para otros.

Yo sí tengo estos problemas con el inglés: me preocupa que nuestra competitividad de antaño se está perdiendo, y definitivamente estamos muy lejos de la realidad. ¡Cuántas personas tienen esta actitud de total pasividad, inclusive arrogancia, ante la necesidad de contar con una lengua extranjera, sin darse cuenta de que la globalización ya nos alcanzó, y nos estamos volviendo obsoletos para el mercado!

Yo les pregunto, querido lector y lectora, ¿es usted una de esas personas que no tiene problemas con el inglés? Porque … no lo lee, no lo escribe, no lo entiende, no lo habla.

Liana Rojas Binda  es una profesional con formación académica en el campo de la enseñanza del Inglés. Cuenta con más de 25 años de experiencia docente. Actualmente se desempeña como Directora del Centro de Idiomas de la Universidad Castro Carazo. Ha participado en proyectos editoriales con Santillana y Oxford University Press.

Referencias bibliográficas:
-Consejo Estado de la Educación. (n.d.) Recuperado de https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2021/09/Educacion_WEB.pdf
-EF Education First. (2022). EF English Proficiency Index 2022 Recuperado de https://www.ef.com/assetscdn/WIBIwq6RdJvcD9bc8RMd/cefcom-epi-site/reports/2022/ef-epi-2022-english.pdf
-INEC. (2018, October 10). Twitter. Recuperado de https://twitter.com/ineccr/status/1050151487999856640
-Educational Testing Service. (2021). TOEFL iBT Test Score Data Summary. Recuperado de https://www.ets.org/pdfs/toefl/toefl-ibt-test-score-data-summary-2021.pdf
-Educational Testing Service. (n.d.). TOEIC Listening and Reading Report: Test Takers Worldwide. Recuperado de https://www.ets.org/content/dam/ets-org/pdfs/toeic/toeic-listening-reading-report-test-takers-worldwide.pdf
-Ministerio de Educación Pública. Informe Nacional de las pruebas de dominio lingüístico 2021. Recuperado de   https://dgec.mep.go.cr/sites/all/files/dgec_mep_go_cr/adjuntos/informe_nacional_pdl_2021_accesible_10_agosto_2022.pdf